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Lunes, 2 de julio 2018, 08:31
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Toni Hernández, el nuevo director general y deportivo del Real Murcia, no deja indiferente a nadie. El valenciano tiene una fuerte personalidad, le van las experiencias duras y el combate cuerpo a cuerpo. No se calla ni una. Llevó al Huracán Valencia de la nada a la antesala del fútbol profesional y acaba de aterrizar en el Real Murcia en el momento más crítico de un club que tiene más de cien años. De momento, ha superado un 'match ball', negociando los impagos ante la AFE y permitiendo al Murcia inscribirse para jugar la próxima campaña en Segunda B. Y ahora le toca hacer un equipo para el ascenso, aunque el valenciano no tiene ni pizca de miedo.
-Han sido unas semanas muy duras, hubo que negociar con mucha gente, con circunstancias distintas. Llamadas hechas y recibidas, incontables, pero es nuestro trabajo.
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Su Huracán Valencia
-Tensión sí, sensación de irse todo por la borda en ningún momento. Las ideas las tenemos muy claras y la hoja de ruta lo mismo, pero en este club se pelea cada céntimo.
-Nadie me ha defraudado porque cada uno pelea por lo suyo, pero sí es cierto que esperaba algo más de ayuda de alguno, aunque no tengo nada que reprochar. Lo que tenía que hablar con cada uno lo he hecho en persona. No ha pasado, en general, nada que no esperara.
-Lo de Armando es increíble. Yo dije a los jugadores que denunciaran, que el club iba a pagar y ellos debían asegurarse su dinero. Pero quiero destacar también a Charlie Dean, Juanma y David Sánchez, me quito el sombrero con los cuatro.
-Hemos podido aplazar en torno a 80.000, por lo que se han pagado 550.000 euros. Ahora nos falta pagar 24.000 euros más a Salmerón, 51.000 al filial, al Betis de Valladolid y los 200.000 del aval de la RFEF. Más todos los sueldos del personal no deportivo. Y todo ello saldrá del bolsillo de Víctor Gálvez, pero es que el Real Murcia debe generar ingresos, en abonos y con las empresas que apuesten. Víctor ya ha demostrado que no va a fallar, pero toca respaldarle por parte de todos.
-Presión es cuando no tienes trabajo y no saber cómo le vas a dar de comer a tu hija. Siento una enorme responsabilidad, me siento un privilegiado, un afortunado por poder desarrollar ese trabajo en este club. Soy el primero que quiere ganar la Liga y subir, y Manolo Herrero lo mismo. Y en eso vamos dejarnos todo lo que tengamos.
-En la confección del equipo participará más gente. El presidente y el vicepresidente por supuesto, y desde luego el entrenador. Esto es un trabajo de todos, pero está claro que no escurro el bulto y tengo claro que es mi responsabilidad.
-No se trata de marcar un límite salarial, sino de ajustar los gastos a los ingresos. Es tan fácil como eso. El presupuesto será expuesto en una junta de accionistas, ya que ellos son los primeros que deben conocerlo.
-Absolutamente, sin ningún tipo de dudas. Le tengo una fe inquebrantable y tengo más que claro que el Real Murcia está en las mejores manos posibles, a todos los niveles.
-Ni yo tampoco. El sentimiento es una cosa, la gestión profesional, el generar recursos y poner dinero, otra completamente distinta. Su intención, de momento, es poner en orden una empresa que estaba hecha una vergüenza y, a partir de ahí, como quedó claro en la junta de accionistas, ir a una ampliación de capital y hacer fuerte, por fin, el club.
-El que ha apagado fuegos de verdad en el Real Murcia es Víctor Gálvez. Pagó la nómina antes de ir a Granada porque la plantilla no quería jugar. Abonó cinco más en menos de dos meses. Ha terminado poniendo 1,7 millones de euros a 30 de junio. Y lo que falta. Eso sí es apagar fuegos. Yo soy un profesional contratado para hacer mi trabajo. Y eso hago.
-Nadie pretende traspasar tensiones. Pero todo el mundo debe tener claro que el futuro del club no puede pasar solo porque un señor, sea Víctor u otro, ponga dinero sin límite. Si se pelea por la marca Real Murcia, si tenemos muy claro que no vamos a consentir ni la liquidación ni la desaparición, eso debe tener un respaldo real a nivel social y empresarial. Es que no tiene otro camino. La presión la tiene quien debe poner el dinero, pero la responsabilidad la tenemos todos, cada uno con la parte que le toca.
-No concebimos otro escenario a nivel deportivo. Pero teniendo muy claro que esto, sin tener el club a nivel empresa en perfectas condiciones y al día, no vale de nada. Nos negamos a aumentar la mentira, lo que hay que hacer es trabajar para consolidar el club a todos los niveles. Y por supuesto, pelear por el ascenso a Segunda, sin ninguna duda.
-Soy un tipo de 44 años, casado y con una hija de casi 4. Periodista de formación y enamorado del fútbol desde que nací. Llegué por una serie de circunstancias, aunque el día que Víctor Gálvez y yo nos conocimos, le vi con las ideas tan claras y un pensamiento tan similar al mío en tantas cosas, que tuve claro que quería trabajar aquí y para él.
-La mejor y la peor historia de mi vida profesional. Lo fundé con unos amigos y, durante 4 años, fuimos un ejemplo de todo, tanto a nivel de primer equipo como de base. Pero hubo un momento en que el propietario no pudo poner más, vendió el club a unos señores que resultaron una farsa. Me echaron en octubre, con seis meses pendientes de cobro que jamás recibí. Yo era presidente y director general, y tres meses después fueron tan torpes que hundieron al club. Así es la historia.
-Dos veces, sobre todo una, en 2013. Justo el sábado hizo 5 años, pero Manolo Herrero (ahora entrenador grana) me ganó aquella final. El destino es caprichoso. El Huracán sigue existiendo a nivel regional. Han destrozado todo lo que hicimos, y siento una pena enorme.
-En Sabadell salvamos al club del descenso y de la desaparición. Hubo gente que traicionó de forma grave a las personas que iban conmigo, y salí del club. En Badalona no me vi y tuve claro que no era el sitio, y decidí ser honesto conmigo y marcharme.
-Que pague los 118.000 euros que nos han costado sus despedidos en enero, y que prepare las decenas de miles de euros que habrá que volver a pagar cuando los juzgados laborales den la razón a esos jugadores por despidos improcedentes.
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