La Verdad
Real Murcia
Móvar, en La Arrixaca, cuando estuvo ingresado. / JUAN LEAL

Entrada brutal fuera del campo

  • ¿TE ACUERDAS?

  • Móvar, jugador del Imperial, fue salvajemente apuñalado en un pub de Murcia el 19 de febrero de 1986

La noche del 19 de febrero de 1986 tres encapuchados que portaban una escopeta de cañones recortados y dos machetes irrumpieron en el pub Clasic, enclavado en la zona universitaria de Murcia. Desvalijaron a unos 30 clientes. Previamente, y sin mediar palabra, apuñalaron salvajemente a Bienvenido Molina Vargas (19 años), conocido deportivamente como Móvar y jugador del Imperial, a quien agredieron en el costado y perforaron el pulmón izquierdo. En el mismo suceso resultó herido, también por arma blanca, aunque de pronóstico leve, el joven Andrés Mármol Ortuño.

El botín que consiguieron aquella noche los atracadores ascendió a 30.000 pesetas que había en la caja registradora. También se llevaron dos cazadoras, documentación, relojes y un anillo de oro, según publicó la prensa.

Móvar, en su confitería en Abarán.

Maravillas A.A., una de las testigos del atraco, contó que nada más entrar los delincuentes obligaron a todos los clientes a que se pusieran de cara a la pared. «Nos dijeron que no sacáramos nada de los bolsillos, que nos iban a registrar ellos, uno por uno. Empezaron por una esquina a despojarnos de prendas de vestir y otras pertenencias, pero no llegaron hasta el final. Todo pasó en cinco minutos. Nos advirtieron de que no mirásemos para atrás y que no saliéramos hasta pasados 10 minutos».

Según la testigo, «el chico que recibió el pinchazo estaba próximo a mí; fue nada más entrar y él no hizo nada. Precisamente nos avisó, sangrando como estaba, que hiciéramos caso ya que el atraco iba en serio».

Antonio Molina Molina, padre del futbolista agredido, relató la versión que le contó su hijo de lo que ocurrió aquella noche en el pub Clasic. «Bienvenido salía sobre las diez menos cuarto de la noche de la cafetería cuando irrumpieron tres individuos enmascarados y uno de ellos, sin mediar palabra, le asestó una puñalada. Mi hijo tuvo fuerzas para sentarse en un sillón mientras que los asaltantes obligaban a las personas allí presentes a dejar todas sus pertenencias sobre el tapete de una mesa de billar. Solo cuando consiguieron su propósito pudieron atender a Bienvenido y a otro chico. La policía lo condujo al hospital y allí estuvo en la sala de urgencias a base de transfusiones».

Un pulmón encharcado

Móvar fue trasladado a La Arrixaca, donde fue intervenido por el doctor Martínez Navarro, «de una herida penetrante entre el quinto y sexto espacio intercostal izquierdo que interesó el pulmón, por lo que hubo que hacerle una toracotomía para realizar sutura». El jugador llegó al hospital con encharcamiento pulmonar y le hicieron una transfusión de tres litros de sangre. Su estado era muy preocupante. Salió adelante y en dos meses volvió a los terrenos de juego.

Móvar llegó al Imperial, a principios de aquella temporada, procedente del Abarán, equipo al que regresó tras su paso por el filial del Real Murcia. También era habitual en la selección territorial juvenil.

Cuatro días después de la agresión, el domingo 23 de febrero, antes del comienzo del partido que enfrentó en La Condomina al Imperial con el Torreagüera, se soltaron tres palomas blancas, en señal de protesta por la agresión de que fue objeto Móvar. Los capitanes de ambos equipos, Cóqui y Chazarreta, y el hermano menor del futbolista herido, soltaron las palomas entre los aplausos del público.