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Paco Martínez, en el banquillo; a la izquierda, Velázquez con Baltanás, su ayudante.
El 'modelo Velázquez' deja huella en el Murcia

El 'modelo Velázquez' deja huella en el Murcia

Los técnicos y médicos del equipo grana desean que el nuevo entrenador mantenga el método de trabajo serio y riguroso

José Otón

Martes, 24 de junio 2014, 23:34

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No solo Julio Velázquez fue el culpable de que el equipo grana firmara una temporada brillante, quedando solo a dos pasos de Primera. El salmantino se llevó todos los piropos, todos los focos le alumbraron, pero el milagro hubiera sido imposible sin el apoyo de un grupo de profesionales que a día de hoy no saben cuál es su futuro. Alguno de ellos fueron los que más lágrimas derramaron en el vestuario de la Nueva Condomina cuando el Real Murcia-Córdoba llegó a su fin y los focos y el rugido del estadio se apagaron definitivamente. Fue entonces cuando les embargó el vacío, cuando apareció el miedo y la incertidumbre por el futuro.

Empezando por Tavira y Rubén Alcántara, los utilleros del equipo, y pasando por los fisioterapeutas Óscar López y Criubaldo Hernández. Y el recuperador José Antonio Molina, que cada campaña hace el trabajo oscuro y gris con los jugadores que están lesionados. Incluso Avelino Viña, el preparador de porteros que con su trabajo ha hecho a Casto mejor guardameta. Pero tras haber digerido la temporada que acabó el pasado domingo 15 de junio, todos ellos esperan noticias buenas para su vida laboral, palabras esperanzadoras de Samper asegurando que el Real Murcia seguirá en Segunda. A ellos también se les deben mensualidades y tienen dificultades para llegar a final de mes. Más que Saúl, Kike, Óscar y cualquiera de los jugadores profesionales de la primera plantilla. Pero, además, confían en que el modelo instaurado por Velázquez en el pasado ejercicio, basado en el rigor y la seriedad en el trabajo, permanezca en el tiempo. Olvidarse de indisciplinas y de jugadores que se salgan con la suya es el camino por el que les gustaría seguir andando en el futuro.

Analíticas y grasa

Por otro lado, Velázquez también dejó una gran huella en los profesionales médicos que trabajan alrededor del equipo grana y que tras un año muy duro con Onésimo y Siviero, se sintieron especialmente realizados con el técnico salmantino. Por eso quieren seguir su senda y aprovechar las bases que se han consolidado. Engrasaron máquinas listas para el combate creando un soporte preventivo de Primera. Seis pruebas analíticas durante la temporada, una media de diez controles de grasa por cada jugador y una atención muy personalizada: «La sincronización fue perfecta entre la parte técnica y la parte médica. Hemos dado mucho más soporte que en temporadas atrás. No hemos sido un accesorio, sino que la plantilla y el cuerpo técnico nos han visto como una parte muy importante del equipo», asegura Domingo Pascual, cardiólogo y responsable médico de la clínica Cardiosalus, parte activa en el éxito de la pasada campaña.

Las reuniones fueron constantes. Un modo de trabajar diferente al de temporadas anteriores que fue eficaz. El control fue continuo durante todo el curso y aunque en muchos casos derivó en multas para los jugadores, sobre todo creó una concienciación colectiva de todo el equipo. Las indisciplinas de años anteriores dieron paso al profesionalismo más absoluto. Todos los comportamientos conducían a un objetivo último: «Surgió un gran proyecto deportivo. Aunque se hayan ido Velázquez y Arnau queda una base alrededor del equipo en la que permanecen muchos profesionales y muchos jugadores que fueron protagonistas el año pasado. Hay que mantenerla y darle continuidad. El esfuerzo y la implicación personal fue fundamental», asegura Pascual. Será clave que el nuevo técnico que dirija al Murcia crea en el trabajo colectivo y en un modelo basado en la disciplina y el trabajo en equipo.

Menos lesiones

La nueva forma de trabajar motivó a jugadores como Malonga y Wellington Silva. El francés llegó a Murcia con 88 kilos y se quedó cerca de Navidad en unos 80. Fue una transformación total. Wellington Silva, acostumbrado a vivir siempre solo, a comer fuera de casa habitualmente y a no tener una dieta equilibrada, consiguió que sus incontrolados índices de grasa dejaran de ser un problema: «El secreto es el control. Darle la importancia que tiene a la alimentación y a la dieta», afirma Juanjo Morillas, nutricionista del Real Murcia y también miembro de Cardiosalus. Hubo una diferencia muy sustancial con años anteriores: «La temporada que acaba de terminar se ajustaron más los porcentajes de grasa para tener al jugador más fino. Se hicieron una media de diez a doce controles de grasa por jugador, lo que hizo que cada mes tuvieran uno o dos. Eso hizo que los jugadores estuvieran mucho más atentos. Conseguimos tener a los jugadores mucho más implicados».

El traumatólogo Paco Martínez se ha encargado, junto a Santiago Godoy, de todas las lesiones y molestias de los jugadores de la primera plantilla. Pero en la temporada recién terminada han tenido menos trabajo que en el ejercicio anterior. Solo la lesión de Óscar Sánchez y la de Tete han sido asuntos serios. Las molestias musculares que antes aparecían a cientos se quedaron en solo una decena en unos jugadores preocupados por estar siempre disponibles: «Han sido claves la preparación física y la implicación de los jugadores, unidas a la disciplina médica. Todo lo que se les ha mandado, los jugadores lo han cumplido a la perfección. Ha habido una suplementación más estricta. No ha habido excesos de los jugadores», dice Martínez, jefe médico del Real Murcia desde julio de 2012.

La base para el futuro ya está creada: «Es fundamental que podamos seguir trabajando igual. La plantilla llegó muy bien al tramo final de temporada. Es clave fortalecer la estructura médica. Los pilares son tener unos buenos terrenos de juego, los cuidados personales de cada jugador, la suplementación alimenticia y la preparación física», afirma. Santiago Godoy, también traumatólogo, estuvo con los jugadores en el día a día, en cada viaje. Él notó más que nadie la diferencia: «Necesitaba vivir una temporada así, con la implicación máxima de todos los que hemos trabajado en este equipo. Aún no sabemos qué deparará el futuro pero hemos creado una base. El club debe hacer ver al que venga que este modelo es innegociable».

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