La Verdad
Real Murcia
Jesús Samper.
Jesús Samper.

«Sigue la batalla, no estoy de brazos cruzados»

  • Jesús Samper, Presidente del real murcia, Samper rompe su silencio tras el mazazo del descenso del Murcia a Segunda B y dice que «la Liga puede tener un problema grave dentro de dos meses»

Han pasado ya ocho días desde que el juez Javier Vaquer Martín dio cobertura legal al descenso que el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, impuso al Real Murcia por el impago de sus obligaciones fiscales. Jesús Samper ha estado callado todo este tiempo, pero no se ha quedado quieto. Ayer habló para 'La Verdad' y dijo que no se conforma con lo que ha ocurrido, que no está de brazos cruzados.

«La batalla sigue», asegura el presidente del Real Murcia, quien recuerda que el club «está en manos de los jueces». Samper alude otra vez a que ha impugnado el fallo judicial que sentencia el descenso del equipo a Segunda División B, «ya que la cautelar mantiene que hay que autorizar la inscripción del Murcia en la Liga Adelante, y aunque también deja sin efecto la suspensión de la sanción por la deuda con Hacienda, la primera decisión debe prevalecer sobre la segunda». El mandatario murcianista cree que esta demanda «puede estar resuelta en dos meses y como hay precedentes, la Liga puede encontrarse con un problema muy grave». Samper se refiere a lo que ocurrió con el Orihuela hace dos años, cuando fue readmitido en Segunda B con la temporada ya iniciada.

La Liga de Fútbol Profesional tiene veinte expedientes abiertos a clubes con deudas a las que no pueden hacer frente. Uno de los que peor lo está pasando es el Atlético de Madrid. En este sentido, Samper acusa a Javier Tebas, presidente de la LFP, de estar moviéndose «por amiguismo en el tema del control económico a los clubes».

El presidente del Murcia también presentó un recurso de reposición ante Hacienda por la suspensión del aplazamiento del pago de la deuda que tiene contraída el club con el fisco, que ronda los trece millones de euros, cuya respuesta espera conocer la próxima semana, ya que entiende que se trata de un trámite que no tiene por qué alargarse en el tiempo y que no se ha resuelto aún por ser agosto un mes inhábil.

Cuando dice que no está de brazos cruzados, también se refiere a la posibilidad de vender el club. El pasado 9 de agosto, cuando el descenso a Segunda B no era todavía firme, Samper, en una reunión con los peñistas y los accionistas del equipo grana en Las Rozas, anunció que estaba dispuesto a deshacerse del club solo a cambio de que el empresario que llegara se hiciera cargo de la deuda, sin incluir los diez millones que él ha puesto, con lo que el club podría valer algo más de 35 millones de euros.

Reconoce que estos días está haciendo gestiones en este sentido, «pero no hay ofertas serias. Algunos aprenden a ladrar pero ninguno muerde. No me gusta la gente que se mueve con intermediarios y no dan la cara», dice en alusión a Antonio Perea, empresario archenero y asesor del jeque y dueño del Manchester City.

Perea tiene un grupo de empresas, entre ellas Pereabros Sports y Pereabros Investments, y no se quita al Real Murcia de la cabeza. Su nombre apareció en el referido encuentro que mantuvo Jesús Samper con los peñistas en Madrid, justo dos días antes de que la Liga diera el pisotón definitivo al equipo grana hacia la Segunda División B.

Abierta la puerta de salida, el murcianismo se está moviendo para intentar encontrar a un nuevo líder que se ponga al frente del Real Murcia. La Asociación de Accionistas Minoritarios ha dicho en más de una ocasión que «estamos trabajando para que el presidente del Real Murcia no sea Jesús Samper, cuyo proyecto se considera agotado, viciado e inviable, por su forma de gestionar el club». Este grupo de seguidores del equipo señala al dueño del club «como único y máximo responsable de lo ocurrido».

Reunión peñas-Croem

La Fepemur (Federación de Peñas del Real Murcia) ha decidido también ponerse manos a la obra y pedir colaboración a la Croem, la confederación de empresarios murcianos, para que ayude a que el Real Murcia no desaparezca. De hecho, el presidente de los empresarios murcianos, José María Albarracín, recibió el miércoles al presidente de las Peñas del Real Murcia, Miguel Martínez, con quien estuvo comentando la actualidad que rodea al club grana.

Albarracín compartió la preocupación de los aficionados y peñistas del equipo y quiso conocer de primera mano su sentir en este encuentro con su principal representante, a la espera de próximos acontecimientos. Los murcianistas quieren que empresarios de la ciudad se impliquen en el proyecto. Hasta Monje Carrillo, presidente de la Federación Murciana de Fútbol, se ha unido a las voces críticas con la gestión del presidente grana y considera que ha llegado la hora del cambio al frente del club.

Samper insiste en que está trabajando en preparar un cuadro de venta del club, que será confidencial. Es decir que conocerán aquellos que realmente estén interesados en adquirir el Murcia, y a quienes, además de la citada cláusula de confidencialidad, exigirá una fianza, «aunque en el fútbol las negociaciones privadas tardan cinco segundos en hacerse públicas».

Así las cosas, sin ofertas serias para comprar el equipo y con el futuro del club en manos de los jueces, el presidente murcianista asegura que el Murcia no va a morir. En este punto destaca y alaba la actitud de esos casi seis mil abonados que ya han retirado su carné para animar al Real Murcia en Segunda División B.

«No he ganado ni un duro»

«Estoy encantado con la afición y es para felicitar a estos 6.000 murcianistas que han retirado su carné de abonado. Ellos son los que de verdad quieren y apoyan al club, estén a favor o en contra de nuestra gestión, pero quiero dejar claro que no hemos ganado ni un duro. Todo lo contrario».

Otro frente que tiene abierto Jesús Samper es el de Eddy. El canterano, aunque ayer se mostró más dialogante, quiere abandonar el club. Entiende que debe quedar libre por el descenso del equipo a Segunda División B.

«Tiene 3 años más de contrato y quiero facilitarle la salida del club, pero no estoy dispuesto a que se rebele. Estoy encantado de escuchar al club que lo quiera, ya que el jugador tiene progresión, pero es patrimonio del club y no estoy para dilapidarlo».