Otro diamante grana que dice adiós

El reciente y dramático descenso grana a Segunda B ha sido un 'trampolín' para Eddy, que ya está en Primera. De hecho, ayer Víctor Alonso, gerente grana, y Juan Carlos Cordero, director deportivo del Granada, llegaron a un acuerdo para que el canterano juegue cedido en Los Cármenes un año. Es un acuerdo de buena fe de las tres partes implicadas por el que todos saldrán beneficiados una vez que el centrocampista del Real Murcia pase hoy el reconocimiento médico en Granada y se ponga de inmediato a las órdenes de Joaquín Caparros, técnico del cuadro rojiblanco. Entonces Eddy habrá llegado oficialmente a un equipo que tras mantenerse tres años de forma consecutiva en Primera, mira más arriba.

El equipo que gestionan los murcianos Quique Pina y Juan Carlos Cordero se asegura así la presencia en sus filas de un mediocentro que en la pasada temporada fue de menos a más y que acabó brillando en Segunda. A partir de hoy el Granada se hará cargo de su ficha, unos 100.000 euros, si no hay una subida con el aumento de categoría, mientras que a finales del próximo mes de junio de 2015 Pina tendrá una opción unilateral para hacerse con la propiedad del jugador desembolsando 1,5 millones de euros. El Granada, de esta forma, podría comprar al jugador si Eddy es capaz de mantener la misma progresión que le hizo destacar el pasado año a las órdenes de Velázquez.

El futbolista también está contento, ya que llega a Primera como era su deseo y el de su familia. Ahora no tendrá que conformarse con jugar con el Real Murcia en Segunda B, un infierno que Eddy se negó a vivir desde el primer momento. De hecho, tras el segundo auto judicial con el que el Real Murcia ya no se iba a librar del descenso, el canterano se había negado a pisar otra vez Cobatillas. El Real Murcia, por su parte, se asegura de que Eddy no pierda valor en el mercado y puede exhibirlo en la máxima categoría del fútbol español. Al final de la temporada que acaba de comenzar, el club grana barajará un doble escenario: la vuelta de su jugador en un año tras no tener que hacerse cargo de su ficha en Segunda B o bien la venta del mismo por 1,5 millones, un precio acorde a lo que Samper quería sacar por el jugador de Roquetas.

En Granada, el canterano del Real Murcia estará rodeado de una gran colonia murciana. Además del gerente David Navarro, de Javier Rufete, jefe de comunicación, de Juan Carlos Cordero, director deportivo y su hermano José, también integrado en la secretaría técnica, y de Quique Pina, el presidente del club, Eddy compartirá vestuario a partir de hoy con el cartagenero Héctor Yuste y con el yeclano Ortuño, que finalmente se ha quedado en el primer equipo nazarí. Ambos ya han debutado en Primera División.

De Valera a Kike García

El Real Murcia ha sido un trampolín para llegar a lo más alto del fútbol español para muchos canteranos. El primero de la era Samper fue Juan Valera, un bullense que llegó a debutar con el primer equipo grana en Primera en 2003, en un choque frente al Villarreal. Aprovechándose de un vacío en su contrato con el equipo grana, se marchó gratis al Atlético de Madrid al inicio de la campaña 2005-2006. En el club rojiblanco llegó a conquistar una Europa League y una Supercopa de Europa. El segundo de los canteranos que llegaron desde el Murcia a la élite fue Pedro León. El de Mula se marchó al Levante en el verano de 2007 a cambio de 2,7 millones de euros, una cantidad que aún no han terminado de percibir los granas por la situación concursal del Levante.

Desde Valencia, Pedro León saltó al Real Madrid. Sergio Escudero, otro canterano que se crió, desde edad juvenil, en las bases del Real Murcia, desembarcó en el fútbol alemán en el verano de 2010 procedente del equipo grana tras el descenso a Segunda B en Montilivi. Fichó por el Schalke 04 alemán por un total de 2,5 millones de euros, equiparando las cifras del traspaso de Pedro León, hasta ese momento, el más alto de la era Samper. En este verano, y dada la situación económica oscura del Real Murcia, dos de las nuevas perlas de la cantera se han tenido que marchar. Primero ha sido Kike García, que emigró al Middlesbrough por un montante global, entre fijos y variables, de casi 3,5 millones de euros para los granas. Ahora le ha tocado el turno a Eddy.