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Fernando, portero del Real Murcia, disputa un balón aéreo ante un contrario. :: lof
La cantera empuja al Murcia

La cantera empuja al Murcia

Arturo consiguió el gol grana tras el descanso y Fernando paró un penalti en el tramo final. Los jugadores que llegaron al equipo para liderar el proyecto y ser importantes aún no son imprescindibles en el once titular de Aira

JOSÉ OTÓN

Martes, 23 de septiembre 2014, 09:41

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Los murcianistas no tienen motivos para tirar cohetes. Tras tocar la Primera con los dedos hace unos meses, ahora sufren en el pozo de la Segunda B. Pero pese al batacazo anímico, capaz de tumbar al aficionado más fiel, hoy tienen motivos para estar orgullosos de lo ocurrido ayer en el estadio Miramar de Luanco. Sobre todo si les gusta que en su Real Murcia jueguen jugadores nacidos en la Región o que, en su defecto, se hayan criado en la cantera grana. La incertidumbre se ha apoderado del futuro del Murcia, pero la aparición de los jóvenes en un momento tan crucial es revitalizante.

Ayer, a 886 kilómetros de Murcia, el equipo grana se hizo con la victoria tirando de fe y trabajo. Sin deslumbrar pero con dos canteranos siendo protagonistas y decisivos en el resultado final. Y arropados por otros tres más, que también empujaron una barbaridad. Fernando se convirtió en el héroe en el tramo final del encuentro parando un penalti y varios misiles rivales. Demostró que quiere ser titular en el Real Murcia, que ya no quiere ser suplente de nadie. Arturo, antes, había demostrado que la calidad y el desparpajo son sus armas principales. Uno paró el penalti que pudo dejar al Real Murcia con dos palmos de narices en el tramo final y el otro anotó el gol de la victoria.

Pero no fueron los únicos canteranos que ayer se partieron el pecho por el Real Murcia. Smitarello, a pesar de haber cometido el penalti que puso a tiritar a los granas, fue creciendo con el paso de los minutos, mientras que Carrillo hizo de Kike, y aunque no ha visto portería aún esta temporada, no desfalleció en su empeño de luchar con la ruda y experimentada defensa del Marino de Luanco, un equipo con tablas en este tipo de partidos de la Segunda B. Además, hay un murciano llamado Armando que acaba de llegar y que también quiere brillar en el equipo de su ciudad.

Es la mejor lectura de un partido en el que Acciari, pese a jugar solo hace tres días en la Copa del Rey, volvió a pelear en el centro del campo, en el que Sobregrau se adaptó a jugar en la posición de lateral derecho ante la falta de José Martínez, y en el que Rubén Sánchez demostró que es un jugador vital en un Murcia necesitado de su calidad y su desborde. Noventa minutos que dieron además para que Aira pusiera como titular a Satrústegui dos veces en menos de una semana y ganara la partida de ajedrez a su rival poniéndose sus jugadores el mono de trabajo desde el primer minuto.

El Real Murcia, pese a ser un equipo en formación, está dispuesto a dar guerra y apunta a conjunto con jerarquía en un grupo donde no había estado nunca y en unos campos, como el de ayer, que nunca había visitado en su centenaria historia. De momento ha demostrado, venciendo en El Ferrol y Luanco, que no le asusta el reto y que está dispuesto a plantarle cara al Oviedo y al rival norteño que se le ponga por delante. El Murcia carbura con canteranos y eso que aún faltan por aparecer Garmendia, David Prieto y Javi Flores, los pesos pesados.

Dudas iniciales

Los primeros minutos del choque en Miramar no fueron de ningún equipo, aunque el Marino de Luanco poco a poco fue demostrando que estaba más acostumbrado a las dimensiones del campo y a todo lo que rodeaba al encuentro. El Real Murcia no conseguía hilvanar juego en los primeros minutos y parecía incómodo. El equipo asturiano dispuso de una de sus dos mejores ocasiones en las botas de Omar, que con un disparo raso se aprovechó de un fallo de Satrústegui.

El equipo de Aira necesitaba más concentración defensiva y encontrar a Arturo y a Carrillo, los granas más adelantados, que a los diez minutos no habían conseguido pisar el área rival. Pero el equipo grana se fue haciendo poco a poco con el encuentro. Rubén Sánchez, tirando de contragolpe, diseñó la mejor oportunidad visitante en la primera parte con una asistencia para Arturo que el canterano no pudo colocar entre los tres palos ante la oposición del defensa local Pablo Suárez.

La jugada de Arturo fue un punto de inflexión en el encuentro ya que, a partir de entonces y hasta el descanso, el partido fue de color grana. Los centrales murcianistas, Smitarello y Satrústegui, se mostraron con confianza y el Real Murcia dio más sensación de peligro. El único incordio para los granas fue un fuerte delantero llamado Naya que intimidaba a los defensas con su físico. Albiol y Rubén Sánchez, los dos extremos del Real Murcia, contaban con tarjeta amarilla antes del descanso y corrían peligro. La primera mitad acababa con López Toca, el colegiado, cortando una jugada de ataque grana que pudo ser el primer gol del Real Murcia.

La primera parte dejó muestras de que el Real Murcia podía volver a casa con más de un punto en la maleta. Después de los quince minutos iniciales en los que el equipo de Aira pagó la novatada y trató de aclimatarse al escenario del choque, se repuso, siendo fiable atrás y rápido arriba. Los dos equipos contaron con ocasiones claras. Para los locales, un disparo de Omar que sacó Fernando y otro de Fran Pastor, mientras que los murcianos habían asustado a los 600 aficionados locales con una ocasión clamorosa de Arturo y una de Albiol, aunque la sensación era que el Murcia era mejor.

La fe de Arturo

En el arranque de la segunda parte el Real Murcia asestó un golpe que fue definitivo, letal. Entre Carrillo y Arturo se fabricaron un gol en el que el de Abarán fue capaz de batir a Rafa Ponzo, portero local, por su palo derecho. El equipo grana había colocado el partido en el escenario perfecto, obligando al cuadro local, que no había ganado en los tres partidos disputados anteriormente, a salir de la cueva y buscar el gol. Lo hizo a base de balones largos, con un fútbol directo. Pero Satrústegui, tras sus primeros minutos en los que se mostró dubitativo, comenzó a sentirse bien y a demostrar que sabe jugar a este tipo de fútbol. Otro de los canteranos, Carrillo, también se dejó el alma para ayudar a su equipo. A falta de puntería, se dedicó a pegarse con todos sus contrincantes y a sacar petróleo jugando de espaldas a la fornida defensa asturiana y asistiendo a sus compañeros.

Arturo, el autor del gol, dejó su sitio a Joseba Garmendia, uno de los mejores de la Copa, y Jairo sustituyó a Abiol. Aira quería finiquitar el encuentro lo antes posible atisbando un final de encuentro movido. Pero los últimos minutos del choque se convirtieron en un intercambio de golpes en el que el equipo grana sufrió más. Dudi estrelló un balón en el larguero y Espolita, desde el punto de penalti, mandó rozando el palo un balón que pudo convertirse en el del empate del Marino de Luanco. Armando, con un disparo al lateral de la red y Rubén Sánchez, con otro disparo que se marchó fuera, respondieron a los acercamientos del rival y sembraron el pánico en el campo de Miramar. El Real Murcia no estaba colgado del larguero, pero en un campo tan pequeño cualquier saque de banda o falta era una ocasión de peligro.

Pero el equipo de Samper, gafado y cargado de mala suerte hasta el extremo, se encontró con un penalti en contra a solo unos minutos del final. El canterano Smitarello se abalanzó sobre Omar y podía dejar a sus compañeros con un premio menor. Pero Fernando, que se lanzó a la derecha, sacó una mano prodigiosa para desviar el lanzamiento del delantero del Marino de Luanco.

Al nuevo Real Murcia de Aira le quedaban tres minutos para cantar victoria. Pero fue la incertidumbre más que el sufrimiento lo que tuvo que soportar para ganar y agarrar otros tres puntos que le permiten, pese a todo lo sufrido, encaramarse a la mitad a falta de disputar su partido atrasado. El Murcia de los canteranos, de los que ha tirado Aira hasta que las estrellas se pongan en forma, ya ha sumado seis puntos que pueden ser vitales para que los granas luchen al final del curso por la primera plaza y ha dejado buenas sensaciones.

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