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Acciari, preparándose para pasar muchas horas en el autobús.
«No puedo dormir en el autobús, necesito tomar alguna pastilla»
FÚTBOL | REAL MURCIA

«No puedo dormir en el autobús, necesito tomar alguna pastilla»

El argentino, alma del Murcia, pasa muchas noches en la carretera por primera vez: «Hablé con Miguelín, de ElPozo, para ver cómo lo hacían, pero ellos tienen camas»

JOSÉ OTÓN

Martes, 23 de septiembre 2014, 00:34

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José Luis Acciari se ha convertido en el corazón del Real Murcia. Es uno de los tres jugadores de la primera plantilla que se ha quedado en el equipo grana de la pasada temporada. Además, ha peleado por el Real Murcia en todos los frentes posibles. En el terreno de juego es el que más mete la pierna, se presentó el pasado verano en la Liga de Fútbol Profesional para enfrentarse a Tebas, y también lo hizo ante la AFE y los capitanes de Segunda. Y ahora tira de los granas en el grupo I de Segunda B. Sin complejos, sin miedos, sin esconderse.

Este curso hace de organizador en el centro del campo y ha conocido una faceta del fútbol que no había probado en su carrera: pasar noches enteras en el autobús del equipo en sus desplazamientos al norte de España. «Me paso las horas durmiendo en el autobús, pero tengo que tomar una pastilla para poder dormir; si no, no puedo. Es incómodo pero trato de dormir. Le pregunté a Miguelín cómo viajaban ellos con ElPozo. Pero ellos son menos jugadores y tienen camas en el autobús. Nosotros somos 16 más todo el cuerpo técnico», dice el argentino, que la próxima semana tendrá que pasar cuatro noches (dos por viaje) en los dos desplazamientos que, de forma consecutiva, tendrá que hacer a Langreo y Coruxo, cerca de Vigo.

Un sacrificio añadido tras el castigo del descenso a Segunda B: «Nunca lo había hecho. Estamos concienciados de que es lo que tenemos que hacer y hay que tirar para adelante. Tenemos una bronca interior que nos hace querer ganar los partidos. La dificultad nos tiene que hacer más fuertes y el equipo lo está asimilando bien. Damos el máximo. Hay buen rollo, en el vestuario nos llevamos muy bien. Si los resultados ayudan, todo irá mejor».

El rostro de Acciari no delata que lo esté pasando mal. Más bien lo contrario, está enamorado del fútbol, de la posibilidad de seguir jugando cada semana. No se ve en el papel de Óscar Sánchez, que sí decidió colgar las botas: «Ahora estoy disfrutando de esto, me siento futbolista cien por cien. Lo estoy saboreando, tanto yo como mis hijos. Ni pienso ni quiero pensar en el futuro», dice, aunque ya ha sido titular en los cinco partidos de Liga y Copa.

Idolo de carne y hueso

Acciari es un ídolo para la afición del Murcia que se ha hecho más grande tras el pasado verano: «Lo llevo con naturalidad, desde hace mucho tiempo la gente me tiene cariño. Yo tengo mucha responsabilidad y lo único que intento es dar lo máximo. Lo noto por la calle, la gente no se olvida de todo lo que sucedió, te lo agradece porque era un momento difícil en el que había que ir a luchar en donde fuera necesario».

Las noticias sobre la marcha o no de Samper o sobre la viabilidad económica del Real Murcia no llegan a Cobatillas. El equipo ha levantado un muro para estar aislado: «Veo a la plantilla tranquila y estamos protegidos, apartados, no comentamos temas del club. Yo con Samper personalmente no he hablado, aunque hablo muy a menudo con Víctor Alonso, el gerente del club». Tampoco se plantea que el equipo grana pueda ser restituido en su plaza de Segunda esta misma temporada: «No pensamos en la justicia; aunque si viene, mejor. Nosotros pensamos en tratar de ascender, hablar de los jueces nos perjudicaría y nos desviaría del camino».

Los que se fueron

Acciari decidió desde un primer momento quedarse en el Real Murcia. Apunta a jugador que pasará, cuando cuelgue las botas, a estar muy ligado al club grana en los despachos, equipo al que llegó desde Argentina en 2001. Cumple su novena temporada como grana y se quiere retirar aquí.

Sobre los que se quedaron después del descenso, Acciari dice: «Al entrenador hay que estarle muy agradecido porque en un momento muy complicado tomó una decisión muy valiente de quedarse, a pesar de que venía para entrenar en Segunda División. Muchos se fueron, aunque querían mucho al Real Murcia. Ojalá le vaya bien al entrenador, son decisiones que hay que valorar porque es un entrenador joven, muy capacitado y que nos está ayudando mucho porque nos conoce a la perfección. Cada día captamos mejor sus conceptos».

No le guarda rencor a sus excompañeros: «Los jugadores estaban en todo su derecho de tomar la decisión que uno desea para su futuro. Cada uno tomó una decisión y allá cada cual con ella. Los que estamos quisimos estar en el Real Murcia, porque quisimos ayudar en un momento difícil y queremos devolver al Murcia donde corresponde. Los que estamos nos vamos a dejar el alma para que así sea».

Tampoco le tiene inquina al Chuti Molina: «Es una decisión que tomo él. El Murcia pasó un verano muy difícil y el que quiere dar la cara y aportar, está. Hay que mirar hacia adelante, hay que valorar la decisión de Aira y apoyar a muerte a los jugadores que llegaron y a los aficionados que cada partido animan a tope al equipo. Es un año difícil pero hay que sacarlo entre todos y llevar al Murcia a Segunda». Lo del pasado verano Acciari lo tiene clavado en el corazón, nunca lo podrá olvidar. Noches sin dormir, angustia, un mes de incertidumbre: «No quiero mirar atrás porque me hace mal. Sufrí mucho esos días, cada partido tenemos una oportunidad de ganar y acercarnos a donde nosotros queremos. Esta es la realidad. Fueron días de tristeza y no me gusta recordarlos».

Arturo y Albiol

Acciari, con 35 años, dobla en edad a un jugador como Arturo, con 17. Son los dos goleadores del Real Murcia, con dos goles cada uno. Pero hay más jóvenes como Carrillo, Smitarello, Armando, Víctor Ruiz y Jairo: «Soy una persona cercana y, a pesar de la distancia que pueda haber, me gusta estar cerca de ellos y compartir cosas. Los futbolistas de más experiencia tenemos que guiarlos. Ellos me respetan y yo les respeto. Es una convivencia normal. Al tener 35 años los demás me escuchan y además me observan. El ejemplo que tengo que dar yo es el del trabajo y la responsabilidad». Su socio sobre el terreno de juego y fuera es Miguel Albiol, su asistente personal: «Albiol es una pieza muy importante en el equipo, por su experiencia y a balón parado. Tiene un guante en el pie y cuando uno marca goles de estrategia, el mérito es del lanzador. Tenemos a uno de los mejores futbolistas pegándole a la pelota».

Pese a que el equipo diseñado por Aira se ha hecho a toda velocidad y con jugadores que estaban en las listas del paro tras no encontrar destino el pasado verano, el Murcia deberá estar en los primeros puestos de la clasificación al final de la liga regular y luchar por la primera plaza del grupo con el Oviedo, otro rival histórico con necesidad de subir a Segunda. «El objetivo es, primero, ir partido a partido y ganarlos; después, somos el Real Murcia y tenemos una obligación y un deseo y vamos a tratar de acabar primeros, pero sabiendo de dónde partimos y cómo partimos. Sabemos que el camino va a ser duro pero estar arriba del todo es nuestro deseo. La única forma en la que podemos mostrar la mala leche que tenemos es en el terreno de juego, ganando».

El vestuario se ha renovado y respira optimismo tras el descenso a Segunda B: «Tras irse toda la gente que se quería ir, la llegada de los nuevos fue como un soplo de aire fresco para que el vestuario mirara de frente el nuevo desafío. El grupo es honrado y humilde», asegura el argentino, el motor del Murcia.

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