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Acciari intenta robarle un balón a Quim Araujo, jugador del Compostela. :: lof
Un punto amargo en Santiago

Un punto amargo en Santiago

El equipo de Aira dejó escapar la victoria en San Lázaro y cede la segunda plaza al Oviedo

José Otón

Lunes, 10 de noviembre 2014, 10:10

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En cualquier otra circunstancia el Murcia podría dar por bueno un empate en Sán Lázaro dentro de una arranque de curso inmaculado fuera de casa, aunque el punto de ayer sabe a poco después de que el equipo de Aira lo tuviera todo para ganar. Dispuso de un penalti en la primera parte y lo falló. Se adelantó en el marcador a veinte minutos del final del encuentro y cuando acariciaba la victoria y el liderato, se dejó empatar y acabó pidiendo la hora ante las embestidas de un Compostela que durante esta temporada había mostrado algunas carencias en San Lázaro. Pero el equipo gallego que entrena el exgrana Iñaki Alonso demostró ayer que tiene poco que envidiarle al Murcia.

La imagen mostrada por el equipo grana ayer no fue la misma que ofreció en la mayoría de sus salidas, ya que no fue ni dueño de la pelota ni el amo del partido. Más bien jugó a arreones y a veces se dejó embotellar por un Compostela que si se hubiera llevado los tres puntos no hubiera sido un ganador inmerecido. El partido se le fue de las manos y no fue el equipo jerárquico e invulnerable de otras ocasiones.

Aun así vuelve de Galicia con un pequeño botín, un punto que le sirve para estrenar su casillero de empates y seguir ocupando un escalón en el trono de los mejores equipos del grupo I de Segunda B, aunque se haya dejado atrapar por el Oviedo y no supiera sacar partido del resbalón del Logroñés en León. El Murcia de Aira demostró ayer que tiene que dar un paso más porque ante rivales con entidad como el Celta B, el Logroñés y el Compostela, los tres rivales de la zona alta a los que se ha enfrentado, le ha faltado fútbol y músculo para demostrar que es un candidato claro al ascenso.

Dos sorpresas en el once

Como avisó Aira antes de subirse en el autobús para viajar a Santiago de Compostela, introdujo aire fresco en el once titular de San Lázaro. Garmendia, un lujo para el banquillo grana, estrenaba titularidad en la liga. Además el entrenador ponferradino del Real Murcia cambiaba de portero, demostrando que lo de la rotación en la portería no es solo un discurso vacío. Pero se encontró con un Iñaki Alonso que puso toda su artillería en la delantera. Araujo, Mensha y Borja Navarro. El Murcia era todo lo contrario, un equipo sin un rematador contrastado que buscaba más la llegada que la pegada.

Las ocasiones se alternaron en los primeros minutos. David Prieto remató de cabeza por encima del larguero de la portería de Ramón antes de que Fondevila dispusiera de una ocasión clamorosa de gol. Su disparo se estrelló contra el grana Sobregrau cuando iba dentro de la portería murciana. No había dominador, pero el encuentro se desarrollaba más en el terreno de juego del Murcia. Hasta que una jugada de Rubén Sánchez, el mejor del Murcia ayer, se convirtió en un balón a Armando que el murciano estrelló en la mano de Portela. El penalti que pudo adelantar al equipo grana lo paró Ramón tras un disparo de Garmendia colocado a la base del palo derecho al que le faltó potencia.

El vasco se lamentó tras perder la oportunidad de comenzar a ser importante en un Real Murcia que lo necesita. El cachorro del Athletic pudo hacer gol en una jugada posterior a un gran disparo de Javi Flores, pero le hizo falta al portero antes de meter el balón en la red. Aunque el Real Murcia tenía el partido controlado y el Compostela solo se acercó en un remate de Araujo de cabeza, el Murcia no dominaba la situación.

Goles exquisitos

Pero en la segunda mitad, a los puntos, el Compostela fue mejor. Araujo volvía a avisar y a Aira no le gustaba el encuentro. Por eso metió a Carrillo buscando otra forma de jugar. Pero fue el equipo de Iñaki Alonso el que dispuso de la ocasión más clara, primero con un disparo de Jimmy que detuvo con acierto Iván Crespo y posteriormente, en el rechace, con un cabezazo de Portela igual de peligroso. El entrenador grana metió a Arturo en busca de llegada al área rival y sentó a un Garmendia que desaprovechó una gran oportunidad. El Murcia fue incapaz de retener el balón y el Compostela era un equipo muy vertical.

Hasta que a falta de veinte minutos para el final del tiempo reglamentario, Albiol sacó un conejo de la chistera. En una falta lateral, el valenciano buscó el primer palo de la portería del Compostela y cazó a Ramón desprevenido. Tanto el resto de jugadores granas como compostelanos esperaban una jugada de estrategia con el segundo palo como protagonista. Pero la sutil derecha de un hombre que ha pasado de ser residual en el Real Murcia a ser imprescindible, adelantó a los granas y los acercó al liderato del grupo. El Real Murcia tenía que mostrarse más sólido y aguantar el 0-1, ya que el Logroñés perdía en León y eso daba el liderato a los granas, hiciera lo que hiciera el Oviedo.

Pero no lo consiguió, de hecho el partido se convirtió en un ida y vuelta sin precisión por parte de ambos equipos. Hasta que Mensha, un nigeriano que procede del Socuéllamos de Tercera, igualó la genialidad de Albiol con otro gol de ensueño. El delantero del Compos, que solo había visto portería una vez este año, pinchó un balón que llegó llovido desde la derecha del ataque gallego, sobrepasó con sutileza a Sobregrau y batió a Iván Crespo con un disparo pegado a la cepa del palo. El propio Mensha acarició el 2-1 en unos minutos en los que el Murcia sufrió pero tras los que atrapó un punto con sabor amargo.

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