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2.500 euros para el autocar y 2.000 en el hotel, y sin ayudas de la federación

PALLARÉS RIPALDA

Jueves, 27 de noviembre 2014, 01:03

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El Real Murcia ya tiene preparados 4.500 euros, que es lo que le va a costar acudir a jugar su partido contra el Avilés, este fin de semana. Se trata, además, de una cantidad que tiene que abonar en metálico, debido a los problemas financieros que arrastra el club y que le impiden agrandar su deuda. Esos 4.500 euros son la suma de los 2.500 que cuesta el autobús y los 2.000 que se gasta el club en hotel y manutención de la expedición.

Teniendo en cuenta que el Real Murcia lleva realizados siete viajes en el grupo I de Segunda B y que tres han sido a Galicia, otros tres a Asturias y uno a Zamora, y que la media de gastos viene siendo de unos 4.500 euros, la tesorería grana ya ha tenido que desembolsar 31.500. Eso significa que al final de temporada, tras los diecinueve desplazamientos en la fase regular de la Liga, al Real Murcia le habrá costado 85.500 euros haber quedado englobado en este grupo I.

Se trata de una situación injusta para un club que ya recibió suficiente castigo con el descenso debido a sus deudas. Estas cifras, totalmente disparatadas para lo que es la Segunda B, tienen además el agravante de la postura de la Federación Española de Fútbol, que ha decidido subvencionar con 2.000 euros a los diecinueve rivales del Real Murcia que tienen que viajar hasta la Nueva Condomina, pero por el contrario no pagará un solo euro al equipo murcianista que cada quince días tiene que viajar al norte.

El malestar hacia esta postura de la Federación Española se ha incrementado aún más tras conocerse que su presidente, Ángel María Villar, ha decidido renunciar a la subvención que el Consejo Superior de Deportes tiene estipulada para la Federación Española de Fútbol.

Quizá como telón de fondo tampoco se puede olvidar la red de malas relaciones que ha ido tejiendo Jesús Samper en sus años como presidente del Real Murcia. Así, con Javier Tebas la animadversión es evidente tras la salida del Murcia del llamado G-30 para gestionar los derechos de televisión por su cuenta. Tebas nunca ha perdonado al empresario madrileño esta decisión.

Además, el año pasado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) rescindió el contrato con el Grupo Santa Mónica Sports, propiedad de Jesús Samper, que poseía en exclusiva los derechos audiovisuales de la selección española. Este contrato era de cesión en exclusiva de los derechos audiovisuales y entró en vigor el 11 de julio de 2007. Se rescindió en su día, según la Federación Española, «por incumplimiento de dicha entidad», según la RFEF. Con este contrato Samper obtenía importantes beneficios. Lo normal es que Villar tampoco mantenga una relación demasiado amistosa con el dueño del Real Murcia después de estos problemas.

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