Borrar
Gerard Oliva cae tras luchar con un rival del Langreo.
La misma honradez, más olfato

La misma honradez, más olfato

El Murcia, serio como siempre, se muestra más incisivo arriba gracias a Álvarez, que decide

José Otón

Lunes, 23 de febrero 2015, 10:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Carlos Álvarez, con menos de treinta minutos con la camiseta del Real Murcia, ya ha demostrado por qué José Manuel Aira insistió tanto con su fichaje el pasado mes de diciembre. En Villaviciosa, la pasada semana, casi se estrena como goleador grana a pesar de que solo jugó cuatro minutos. Ayer, en la primera ocasión de la que disfrutó, puso su olfato goleador al servicio de su nuevo equipo para darle tres puntos que le permiten seguir acosando al Oviedo en lo más alto de la clasificación. Su oportunismo y su instinto sacaron del atasco a un Real Murcia, que firmó ayer su quinta victoria consecutiva y que con un goleador ya es un claro aspirante para ascender a Segunda.

El Langreo obligó a los granas a superar más obstáculos de los previstos. El equipo de José Antonio Redondo se encerró atrás e hizo perder los nervios a los murcianos. Aira no consiguió romper el cerrojo ni con Arturo y Armando en el once. Los centrales estuvieron obligados a sacar el balón con criterio y a buscar a Acciari, pero no encontraban nunca a los extremos. Hasta que un fallo defensivo del Murcia dejó a Robert solo en el área pequeña con tiempo suficiente para recibir y fusilar a Crespo. El 0-1 reforzó aún más el plan del Langreo y metió el miedo en el cuerpo al Murcia, que estuvo perdido durante diez minutos.

Pero el equipo no tuvo ningún antídoto para frenar a Jairo, desmelenado ayer por cualquiera de las dos bandas. El tinerfeño le había perdido el miedo a la camiseta del Murcia y se atrevió con todo. Su aparición en el minuto 33 de la primera parte fue providencial. La grada estaba a punto de sacar el pañuelo, con el silbido preparado para arremeter contra un equipo que no tenía las ideas claras y que se estrellaba en cada ataque contra la muralla del Langreo. Pero Jairo aprovechó un balón suelto en el área asturiana para cruzar el esférico ante la salida de Adrián, que solo pudo girarse para comprobar cómo el balón entraba en su portería.

Vuelta a empezar

El escenario volvía a ser el del comienzo del choque, aunque el Real Murcia, tras el primer aviso de un equipo que había llegado a la Nueva Condomina sin nada que perder, estaba asustado por el desparpajo de Ortiz y Robert, que se aprovechaban de cada error de Acciari, Sobregrau y Prieto para zarandear el corazón de los murcianistas. Pero en la segunda mitad el equipo de Aira se adueñó totalmente del choque y dejó los complejos en el vestuario.

Se hizo dueño del balón y lo movió hacia las bandas, donde esperaban Rubén Sánchez y Jairo. El albaceteño que fichó el Chuti Molina para triunfar en Segunda, sirvió una asistencia a Jairo, aunque el remate no acabó en la red del Langreo. Albiol, que ayer ya no fue mediapunta como en Villaviciosa y se acomodó a la posición de lateral derecho, lo intentó a balón parado.

Los aficionados, lejos de silbar a su equipo como en la primera parte, entendieron que sus jugadores hacían todo lo posible por ganar el choque y reforzaron su trabajo con aplausos. Arturo, más productivo cerca del área, se dio la media vuelta y asustó al Langreo. Rubén Sánchez también lo intentó tras una jugada personal que se fue arriba tras dejar atrás a varios defensores asturianos. Hasta que Aira tiró la casa por la ventana y metió a Carlos Álvarez en el césped sin quitar a Gerard Oliva, que ejecutaba buenos movimientos con o sin balón.

El acoso fue total, el Langreo renunció a pasar del centro del campo y Rubén Sánchez y Oliva comandaron la última acometida sobre la portería de Adrián. Ambos fabricaron la mejor ocasión del Real Murcia con un disparo del delantero que se estrelló en el larguero y que el extremó intentó remachar con otro disparo duro y seco pegado el palo. Cuando parecía que el Real Murcia se tenía que conformar con un solo punto, apareció la magia de un jugador nacido para el gol. Carlos Álvarez se situó en el segundo palo tras un saque de esquina de Albiol, y cazó un balón que levantó el ánimo de la Nueva Condomina, que confía plenamente en un equipo que, aunque no fabrica un fútbol de muchos quilates, es honrado y aprovecha todo lo que tiene.

La seriedad de Albiol

La victoria de ayer en la Nueva Condomina sirve para comprobar que varios jugadores han elevado su nivel de juego. Jairo es uno de ellos, y Rubén Sánchez demostró que tiene un cambio de velocidad que le debe servir para destacar en Segunda B. Hasta Albiol, que sufrió esta temporada las dos veces que jugó en la posición de lateral, fue ayer solvente y, desde la banda y con balones colgados, torturó a los centrales del Langreo.

La victoria, aunque no le sirve al Real Murcia para acercarse más al Oviedo, deja a los granas bien agarrados a la segunda posición, seis por encima de un Racing de Ferrol que es tercero y a diez del Guijuelo, que es quinto y el máximo damnificado de una jornada que demuestra que el equipo grana no se amilana ante el potencial del Oviedo y que sigue soñando con acabar líder.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios