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B. TORRAS
Miércoles, 22 de abril 2015, 23:56
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En Valle de Guerra, una pequeña población del municipio de San Cristóbal de La Laguna, donde nació en 1993 Jairo, el jugador empezó a creerse que podía ganarse la vida dándole patadas a un balón. Su primer éxito fue el subcampeonato de España, en infantiles, en una selección que compartía con los madridistas Jesé Rodríguez y Omar Mascarell (cedido en el Derbi Country), entre otros. Su deseo de convertirse en futbolista profesional tomó fuerza cuando se salió en la Copa Atlántico del año 2011, un torneo que desde 1964 enfrenta a dos selecciones internacionales sub-19 con un combinado nacional y otro canario en Gran Canaria.
En esa selección local estaba Jairo Izquierdo con 17 años marcando dos goles y dando una asistencia en el primer partido que Canarias ganó a México 4-3. Su buen torneo continuó ante la España de Jesé y Paco Alcacer, con la que perdió, y en la victoria ante Suiza. Ese campeonato disputado en febrero hizo que Jairo Izquierdo diera un salto de calidad a ojos de los entendidos.
Y el Manchester City de Mancini se interesó por el joven futbolista y pidió al Tenerife que le dejase hacerle unas pruebas durante dos semanas para ver si podía competir con el filial. «Nunca olvidaré esa experiencia porque me ha ayudado a esforzarme. Ahí me di cuenta de que podía vivir del fútbol y empecé a cuidarme», reconoce el jugador, que recuerda un entrenamiento que compartió con el primer equipo en el que estaban el canario Silva, y jugadores consagrados como Tévez, Yaya Toure, Balotelli, Kompany y el francés Vieira.
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