«Me duele el Murcia»

Precisamente la noticia de su fichaje le cogió en Murcia, el mismo día que puso en marcha el I Campus Sergio Escudero que durante este mes de julio tendrá su sede en el colegio Antonio de Nebrija, en Cabezo de Torres: «Tengo una gran vinculación con Murcia y por eso, cuando un grupo de amigos de los muchos que dejé en esta ciudad me propuso la creación de este campus, acepté encantado. Es una forma de seguir ligado a esta ciudad y estos amigos y de mantener una relación que, pese a que me marchara de la ciudad, he querido continuar».

Por eso sigue de cerca al Real Murcia, se alegra con sus victorias y se entristece con sus derrotas: «Porque no puedo olvidar que fue el primer club que creyó y confió en mí. Gran parte de lo que puedo ser en el fútbol se lo debo al club grana, porque tengo que reconocer que cuando llegué aquí era un perfecto desconocido y de aquí salí en dirección a un club del prestigio y de la categoría del Schalke alemán, donde conseguí mis primeros y únicos títulos».

Ahora deja el Getafe y también la compañía de dos jugadores murcianos que han vivido con él sus dos años en el club madrileño: el bullense Juan Valera y el murciano Pedro León: «Me marcho del Getafe bastante satisfecho porque creo que, pese a lo difícil que ha sido el año para nosotros, con tres entrenadores durante la temporada y muchos problemas de todo tipo, hemos salido bastante airosos y nos hemos mantenido en Primera División. Eso quiere decir que la plantilla ha demostrado su calidad y valía. Me da pena separarme de Valera y de Pedro León, porque son dos compañeros que me han ayudado mucho en esta etapa que acabo de cerrar y les estoy muy agradecido».

Calidad y valía que le han servido para recalar en el Sevilla, que le acaba de fichar: «Poco puedo decir. Solamente que voy con la mayor ilusión del mundo, que ya tengo ganas de que comience la nueva temporada y de demostrar lo que sé».

Y sobre el Real Murcia explica que «me duele mucho lo que le pasa por el cariño que le tengo. Su situación en Segunda B me fastidia porque su descenso no fue por temas deportivos sino en los despachos. Desde que estuve jugando aquí me he hecho seguidor del equipo y sufro con su situación como cualquier aficionado».