Borrar
Pedro Antonio Sánchez, junto a Martínez Abarca, Romeo Cotorruelo y Víctor Alonso, en el choque frente al Marbella.
'Salvar' al Murcia costará 102 euros

'Salvar' al Murcia costará 102 euros

El nuevo consejo fija el precio de las acciones de una ampliación de capital vital para el club. Con la adquisición de nuevos títulos, los futuros compradores se harán también con el 88% que era propiedad de Samper

José Otón

Miércoles, 20 de enero 2016, 00:27

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El futuro del Murcia se juega en dos escenarios. Por un lado, el club grana necesita llegar hasta el final de la temporada con vida e intentar ascender a Segunda División. Es el presente inmediato. Por el otro, necesita vender palcos, más publicidad y atraer a los murcianistas resentidos a la Nueva Condomina. Obtener ingresos de forma inmediata. Al mismo tiempo, tiene que prepararse para el medio plazo. Además de buscar 1,2 millones para acabar la temporada, el nuevo consejo trabaja ya en la solución definitiva para el Murcia, que pasa por la convocatoria de una junta de accionistas destinada a aprobar las cuentas del ejercicio 2014-15 y una ampliación de capital ineludible que pueda inyectar en el club 5 millones de euros al precio de 102 euros por acción. No hay alternativa.

La futura ampliación y entrada de capital permitirá al nuevo consejo cuadrar los desfases del ejercicio anterior, evitar incurrir en causa de liquidación y cambiar de propietarios. De salir bien, supondría el adiós definitivo de los Samper que, aunque han echado a correr en dirección a Madrid y decidieron después de la muerte del jefe del clan no poner ni un euro más en la entidad, aún siguen siendo los propietarios del paquete mayoritario de acciones del Real Murcia.

El grupo de accionistas minoritarios, que tienen a Enrique López dentro del consejo, ha diseñado una ampliación de capital que ha puesto en conocimiento del resto de consejeros y que podría aprobarse en los próximos días. Las claves de esta ampliación pasan porque la familia Samper cumpla su palabra y ceda a cambio de un euro el 88% de las acciones que tenía Jesús Samper para que estas se incluyan en la futura ampliación de capital. La palabra está dada, pero falta la firma.

Cuatro fases

Lo que quieren los accionistas minoritarios es que los que concurran a la ampliación de capital comprando nuevas acciones también puedan hacerse con las acciones que ostentaba Samper y su empresa Gestora Deportiva Murciana. La nueva ampliación de capital contemplaría cuatro fases. En la primera, los únicos que podrían comprar acciones serían los actuales accionistas del club, siempre de manera proporcional a su participación actual en el Murcia. El máximo capital que podrían comprar los más de seis mil accionistas antiguos sería de 300.000 euros cada uno. En la segunda, si quedaran acciones por suscribir, estas se ofrecerían a inversores, empresas o empresarios que lo deseen, también hasta un máximo de 300.000 euros por cabeza.

En caso de seguir quedando acciones sin dueño, en la tercera fase se suprimirían los límites y se permitiría a los propios accionistas y empresas que hayan comprado acciones en la primera y en la segunda fase poder adquirir más acciones sin ningún límite. En la última fase, siempre que quedaran títulos por vender, el club ofrecería suscribir acciones a los acreedores de la sociedad, con lo que las empresas que están en el concurso, entre las que se encuentran empresas de todo tipo, tanto de España como del extranjero, agencias de representación, jugadores, entrenadores o clubes, podrían convertir su deuda en acciones sin pasar los 300.000 euros.

El objetivo de la futura ampliación es incentivar la atomización y el reparto de las acciones entre gran número de murcianistas, ya que por cada nueva acción que compren los interesados, a un precio de 102 euros, se podrán adquirir de forma gratuita un número de acciones que aún no ha determinado el consejo y corresponderían al 88% que eran propiedad de Jesús Samper.

Los actuales accionistas, abonados del club y empresarios pequeños y medianos tendrán la posibilidad en la primera y la segunda fase de ser mayoría y de limitar el porcentaje de acciones que pueda adquirir en la tercera fase un inversor con mayor músculo financiero. El objetivo es evitar que alguien, como ocurrió con Samper en 1998 cuando compró el 88% del accionariado, se convierta en el dueño todopoderoso del nuevo Real Murcia.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios