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Se repartió la pedrea

JUAN IGNACIO DE IBARRA

Lunes, 23 de mayo 2016, 09:31

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El UCAM se jugaba terminar con tono brillante la liga regular, ganando su último partido en casa, con un liderato garantizado y permitiéndose el lujo de dar descanso a sus figuras principales, con los ojos, la vista y todos sus sentidos pendientes del sorteo que le ofrecerá el premio gordo, es decir, la posibilidad de ascender al fútbol profesional por el camino de la eliminatoria solitaria.

El UCAM ha superado su clasificación del año pasado, superando a primeros equipos de varias capitales españolas (Murcia, Jaén, Huelva o Cádiz), haciéndose una bufanda con la historia de clubes que han militado en Primera, derribando a un Real Murcia del que su presidente fue devoto pero que, esta temporada, gastó su pólvora en salvas mientras los universitarios caminaban paso a paso hasta llegar a este domingo placentero en el que incluso superaron con largueza a un equipo que se había permitido adelantarse.

A la misma hora, en Algeciras, el Real Murcia afrontaba la posibilidad de quedar en segundo lugar, lo que, para mí, no significa mucho más que ser tercero porque el premio gordo ya se lo han quedado los campeones. ¿Qué importaba, entonces? Creo que lo importante era ver la reacción de un equipo a las órdenes de un entrenador cuyo carácter está en las antípodas de su antecesor y que, desde que anunció su alineación, ya estaba confirmando que no venía a dejar las cosas como estaban. Si se había producido un relevo en el banquillo, parecía normal que también cambiasen las cosas en la formación del conjunto. Y así fue, en efecto. Y así concluyó la Liga, con un Real Murcia que recuperaba la victoria, ofreciendo a sus seguidores un margen a la esperanza, a la vez, prestando un gran servicio al Jumilla, cuyos jugadores han pasado por todo aquello que jamás desearía un futbolista.

Porque en realidad, ayer, los equipos de Murcia solo se jugaban la pedrea. El Real ser segundo o tercero; el Cartagena meterse en la Copa -buscando el mismo premio que La Hoya-, el UCAM terminar con victoria, manteniendo una ventaja impensable sobre el Real, y el Jumilla salvar la categoría en una de las temporadas más rocambolescas de que tenemos memoria.

La tarde, al final, confirmó al futbol murciano como el mejor de la categoría. Ni un solo descenso, el primer y segundo puesto y el quinto y sexto, con presencia en la Copa y, para colmo, la salvación del Jumilla.

A la temporada le queda ahora aguardar el sorteo y conocer los rivales que UCAM y Real Murcia han de superar. El Murcia, para una larga etapa, en la que debe noquear a tres rivales; los universitarios, con dos opciones, la primera al cincuenta por ciento y, como diez de últimas, las mismas opciones que se le ofrecen al Murcia.

A la espera de la fortuna, ayer, los equipos murcianos jugaron, y ganaron, la pedrea.

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