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Fernández Romo. :
Fernández Romo, la primera víctima de Deseado Flores

Fernández Romo, la primera víctima de Deseado Flores

El madrileño, que llegó a la dirección deportiva del club en junio, se va por la puerta de atrás tras diseñar un equipo sin gol y criticar públicamente al vestuario y cuerpo técnico

José Otón

Miércoles, 28 de diciembre 2016, 23:41

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Guillermo Fernández Romo se convirtió ayer en la primera víctima de Deseado Flores, el nuevo consejero delegado del Real Murcia. El director deportivo madrileño no ha convencido a Moro Martín y a sus colaboradores para quedarse en el nuevo proyecto, y desde el primer momento entró en todas las quinielas para abandonar el club grana cuando se produjera el desembarco del extremeño. Los títulos de técnico y director deportivo, y el máster en Psicología Deportiva cursado por el ya exgrana, no sirvieron para que Guillermo Fernández Romo se ganara al murcianismo.

Romo llegó al Murcia el pasado 8 de junio, a pesar de no contar en su carrera con éxitos deportivos acreditados. Le bastó un proceso de selección con candidatos mal designados y la recomendación del Chuti Molina. En sus dos últimas experiencias descendió, como técnico, al Olimpic de Xátiva a Tercera, y meses atrás no brilló a los mandos de la secretaría técnica del Alcoyano. Su experiencia en canteras como las del Celta y el Betis no le bastó para armar un equipo sobrio e intentar el ascenso a Segunda, a pesar de contar con un presupuesto cercano a los 650.000 euros solo para formar la plantilla. De hecho, al equipo de Paco García le está lastrando el mal inicio de pretemporada y la falta de adaptación de algunos a la categoría, lo que ha desembocado en varios puntos de distancia respecto al 'playoff' al término de la primera vuelta.

Errores garrafales

Entre los fallos más importantes de la gestión de Romo destaca el fichaje errático de los delanteros encargados de aprovechar las pocas oportunidades que se dan en una categoría tan dura como la Segunda B. Borjas Martín, con nulo bagaje en Segunda y muy escaso en Segunda B, no se ha adaptado a un club tan exigente como el Murcia, mientras que Wilson Cuero ha demostrado que no rinde como punta en solitario. La falta de músculo y pegada también han sido las características de un Murcia en el que grana parte de sus fichajes aún no funcionan.

Además, su relación con Paco García, por el que claramente ha apostado Deseado Flores, se ha ido deteriorando con el paso de los meses. Para empezar, Fernández Romo solo escuchó una de las peticiones del entrenador murciano y el verdadero tiro en el pie se lo pegó cuando criticó, en plena crisis de resultados, a la plantilla y al entrenador, excusándose y eximiéndose él mismo de cualquier responsabilidad en el mal rendimiento del equipo murciano.

«Con nuestra llegada había una duplicidad de cargos respecto a la labor que estaba haciendo Fernández Romo y el antiguo Consejo decidió prescindir de sus servicios. Ya estamos trabajando con Paco García respecto a los fichajes que pueden venir. Creemos que solo debe haber una voz y ninguna distensión. Debe haber un mensaje claro que debe llegar al vestuario. No habrá más movimientos en la dirección deportiva hasta mayo o junio, cuando sepamos en qué categoría vamos a estar», dijo ayer Deseado Flores.

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