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En el Hércules no le ofrecieron renovar, pese a rozar el ascenso

«Yo no sé todavía lo que pasó», asegura un técnico que fue recibido ayer por Óscar Sánchez y García Franco en su primera sesión en Cobatillas

José Otón

Martes, 28 de febrero 2017, 01:03

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Cualquiera que lea la hoja de servicios de Vicente Mir como entrenador se puede preguntar por qué no siguió siendo técnico del Hércules al final de la pasada campaña, tras llevar al equipo alicantino hasta la última eliminatoria del 'playoff' de ascenso. El valenciano llegó al Rico Pérez en el mes de enero de 2016 y resucitó a un equipo que corría un riesgo alto de quedarse fuera de la promoción de ascenso. Con Mir, el Hércules pinchó en dos de sus primeros cuatro partidos al frente del equipo alicantino para después agarrar una racha de 17 encuentros sin perder, los últimos 13 de la liga regular y los cuatro primeros del 'playoff', una gesta que le llevó a la gran final por el ascenso contra el Cádiz. Su equipo se cargó por el camino al Tudelano y al Toledo, pero se quedó sin subir a Segunda por los pelos y tras 180 minutos de infarto.

A pesar de todo, Mir no renovó porque valió más la opinión de algunos pesos pesados del vestuario alicantino, que no se sentían especialmente cómodos con un entrenador que se caracteriza por su fuerte personalidad y carácter. De hecho, el vestuario del Hércules estaba con su antecesor, Manolo Herrero, y nunca llegó a apoyar a tope a Mir. Los roces con jugadores como Chechu o el exgrana Javi Flores le pasaron factura a finales de junio. «Yo todavía no sé lo que pasó», aseguró ayer el nuevo técnico grana.

Vicente Mir tiene un carácter duro al primer contacto, pero los que han trabajado con él dicen que es muy directo en el trato con el jugador y que no se anda con tonterías. El nuevo entrenador grana se fue de Alicante con la sensación de no sentirse valorado, de que muy poca gente en la ciudad alicantina había confiado en él y apreciado lo que había hecho con un equipo histórico que se quedó a solo un paso de Segunda División después de estar muerto.

Vicente Mir tiene su domicilio habitual en Benidorm, una ciudad donde ha jugado y entrenado. Nacido en Meliana en 1968, como futbolista llegó a Primera con el Valencia, previo paso en Segunda por equipos como el Mestalla y el Palamós. En su etapa en Segunda B pasó por la Región, donde jugó en el Mar Menor y en el Yeclano. Como entrenador su carrera es ascendente, hasta ahora. Tras varias experiencias en equipos de base, firmó dos ascensos a Segunda B, uno con el Valencia Mestalla en la campaña 2010-11 y otro con el Elche Ilicitano dos años después. En enero comenzó a demostrar que no solo se le daban bien los filiales, ya que reanimó al Hércules, que firmó una racha histórica al final de la pasada campaña.

Con el cuadro alicantino puso en liza un dibujo con cuatro defensas, dos pivotes y tres centrocampistas por detrás de un punta. Un 4-2-3-1 que hizo que su equipo recibiera muy pocos goles en el tramo final de Liga y que se mostró más contundente de cara a la portería contraria. A día de hoy, y con Tevenet en la picota, le echan de menos. Falta por saber que hará en el Real Murcia, otro histórico con urgencias.

Dos ex de la 'era Samper'

Vicente Mir llegó ayer a Cobatillas pasadas las cuatro y media de la tarde. Lo hizo acompañado de Deseado Flores, el consejero José Carrilero y Óscar Sánchez, que vuelve a ganar peso en el Murcia. A la puerta de entrada a los vestuarios le esperaba José Antonio García Franco, mano derecha en la dirección deportiva de Juan Antonio Samper, que ha vuelto a coger galones en el club grana. Mientras tanto, Pedro Quesada, el único miembro del cuerpo técnico de Paco García que seguirá, preparaba los conos para el entrenamiento. Tras cerca de quince minutos de charla con los jugadores de puertas para adentro, los futbolistas que no fueron titulares el sábado y los que no fueron convocados saltaron al césped cerca de las cinco en punto y desarrollaron una sesión suave en la que Mir se mantuvo en un segundo plano y en el que el propio Quesada se encargó de dirigir la sesión. Óscar Sánchez, que ya ha desarrollado las funciones de segundo entrenador dos campañas con Aira, también se mantuvo en un segundo plano.

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