fútbol | 'playoff' segunda b
Misión cumplida. El Real Murcia ya está en la segunda ronda de los 'playoff'. No necesitó hacer un partido brillante para dejar al Pontevedra en la cuneta después de su exhibición en Pasarón y ya solo tiene por delante dos pasos antes de llegar a Segunda. Aún así, y a pesar de que el resultado de la eliminatoria fue de 4-2 para los granas, el cuadro de Mir sufrió durante algunos minutos en el choque de la Nueva Condomina y tuvo que sacar la raza y el coraje en los minutos finales para certificar su pase y hacer crecer la ilusión del murcianismo tras años de sinsabores.
Mir dio una vuelta de tuerca a su alineación titular respecto a la de la semana pasada. El técnico valenciano introdujo dos cambios, dando entrada a José Ruiz en el lateral derecho y a Rayco en la parte de arriba. Repitió Javi Saura en la medular, igual que Adri Cruz, dos de las sorpresas granas en Pasarón. Sin embargo, la presencia de Curto y Guardiola arriba era innegociable. La incógnita del choque era saber qué partido plantearía el Pontevedra, un equipo que necesitaba un milagro en la Nueva Condomina en forma de goles.
Aún así, los primeros minutos fueron de tanteo: el equipo grana intentaba combinar por medio de Curto y Javi Saura, pero aún se mostraba un poco espeso, no había comenzado a carburar. El Pontevedra también intentaba salir, pero sin volverse loco. Hasta que en el minuto siete, un globo de Rayco dentro del área visitante acabó en la mano de Bruno aunque el colegiado no señaló penalti. El Murcia empezó a despertar, quería el gol, pero no encontraba a un Guardiola muy acosado por los defensas gallegos. David Sánchez, desde fuera del área, se probó con un disparo que salió cerca del palo.
El equipo gallego tampoco se quedó atrás y al cuarto de hora tuvo la mejor ocasión de la primera parte cuando Eneko se plantó cara a cara con Simón, que con una parada brillante evitó el 0-1. El partido era de ida y vuelta y Rayco remató de cabeza una jugada que el mismo generó. El choque era atractivo para el espectador, un correcalles, pero no tanto para Mir. De hecho, el técnico grana señaló a Adri Cruz y lo sustituyó a la media hora para meter a Armando en el centro del campo y ganar en consistencia.
El choque se enfrió en cuanto a fútbol, aunque los zarpazos del Murcia se acercaban con peligro a la portería de Edu. El mejor antes del descanso, una internada por la banda de José Ruiz que el valenciano solucionó con un caño a un contrario y un centro al área que Sergi Guardiola no pudo rematar por unos centímetros. La primera parte acabó con un balance positivo para el Murcia, con un puñado de acercamientos que no se pueden catalogar como grandes ocasiones y con la portería a cero, gracias, sobre todo, a una intervención estelar de Simón. Hasta Golobart, que sufrió un golpe que hizo temer por su continuidad, pudo seguir en el terreno de juego sin problemas.
En la segunda mitad el Pontevedra dio un paso adelante en busca de la portería contraria. Y aunque la primera acción tras el descanso fue un disparo cruzado de Guardiola, un minuto después llegó un despiste de Simón con el balón en los pies que casi acaba en robo de Eneko. Lo peor llegó en la siguiente jugada cuando el propio Eneko se encontró con un balón dentro del área pequeña grana y batió de disparo cruzado a Simón. El delantero gallego tuvo todo el tiempo del mundo para armar el disparo ya que Golobart resbaló y no pudo hacer nada.
La grada despertó
El gol, paradójicamente, causó un efecto positivo en el Murcia y en la grada, que fueron en bloque a por el empate. A pesar de que cada vez que los atacantes del equipo de Luisito pisaban el área grana la Nueva Condomina enmudecía, Armando pudo hacer el empate a los veinte minutos de la segunda parte, cuando Sergi Guardiola puso un balón atrás en el área gallega que el murciano mandó a las nubes. El partido, tras el gol del Pontevedra, ganó en emoción, intensidad y obligó a los granas a enchufarse a una eliminatoria de la que habían estado una semana desconectados.
Mir metió a Diego Benito para intentar bajar las pulsaciones del partido manteniendo el balón en su poder el mayor tiempo posible. Pero el movimiento que resolvió definitivamente la eliminatoria fue la entrada de Elady al terreno de juego. El jienense, en una de sus primeras intervenciones, hizo una jugada magistral, se deshizo de dos contrarios y dejó solo a Sergi Guardiola, que ejecutó sin piedad a Edu. La fiesta pudo ser aún más completa si Curto hubiera materializado un penalti que el colegiado señaló por mano dentro del área de un defensor del Pontevedra, aunque la mejor imagen fue ver a la grada coreando el nombre del delantero tarraconense, demostrando el 'feeling' de la afición grana con un equipo que, a pesar de no haber jugado un partido brillante, ya está en la segunda ronda del 'playoff'. El Murcia jugará contra el Valencia Mestalla en la ciudad del Turia, el domingo, a las 18.00 horas.