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ALBERTO GÓMEZ
Murcia
Jueves, 6 de septiembre 2018, 03:34
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El Real Murcia se jugará en dos meses su futuro por enésima vez en los últimos tiempos. Ese es el plazo en el que estará activa la ampliación de capital que salió adelante en la Junta de Accionistas del club grana que se celebró el martes con la única oposición del abogado Higinio Pérez. Pese a que los consejeros pimentoneros apuntaron en primera instancia que se necesitaban recaudar 18,8 millones de euros para que la entidad pimentonera recobre el equilibrio patrimonial que tiene quebrado en la actualidad, la ampliación finalmente se aprobó para cubrir 18 millones.
En las dos primeras fases solo podrán adquirir acciones los actuales accionistas del equipo murcianista. Cada acción tendrá un valor de 0,12 euros. En la tercera fase el proceso se abre a inversores foráneos, pero estos no podrán agrupar un paquete accionarial que supere los 12.200 euros. El capital extranjero podría llegar en la segunda fase valiéndose el hipotético inversor de un accionista del club para realizar su aportación económica. Sin embargo, Víctor Gálvez, presidente del Murcia, no permitió que exista libre concurrencia entre inversores de fuera que no encuentren el amparo de un accionista.
El empresario de Orihuela señaló este verano que tiene detrás a inversores asiáticos, en concreto, procedentes de Indonesia y Hong Kong, y ayer deslizó, según Onda Regional, que el magnate ruso Alisher Usmanov podría estar dispuesto a aportar en la ampliación 7 millones de euros a cambio de entrar en el proyecto de construcción de la ciudad deportiva que Gálvez está negociando con el Ayuntamiento de Murcia para lograr unos terrenos próximos a la Nueva Condomina.
A lo que el equipo de Gálvez sí que se negó en rotundo fue a que la ampliación de capital constara de una cuarta fase en la que se pudiera condonar deuda a cambio de acciones. El propio presidente apuntó a esta posibilidad meses atrás, pero, finalmente, cambió de opinión. Uno de los que sí apostó por esta fórmula fue el abogado murciano y exconsejero y secretario del club grana, Gabriel Torregrosa, quien en julio anunció que había adquirido la deuda que tenía el Murcia con las empresas del expresidente Jesús Samper. De esta manera, el letrado, que avanzó que su operación no tendría ningún afán especulativo ni económico porque esa deuda iba a ser amortizada para ayudar al club, pasó a controlar 4,5 millones (6 contando los intereses) de la deuda de la entidad, pero Gálvez no permitirá que movimientos de este tipo afecten al reparto del capital social de la sociedad.
«En el club nos trasmitieron que no se iba a convertir deuda por acciones y que algunos acreedores iban a condonar su parte», explicó ayer a 'La Verdad' Nacho Martínez Abarca, presidente de la Asociación de Accionistas Minoritarios del Real Murcia (AAMRM). El abogado no escondió que «el escenario será incierto si no se cubren los 18 millones previstos. Todo dependerá del dinero recaudado».
Por ejemplo, los accionistas apuntan que «si se recogen 100.000 euros la situación será inviable, pero si se alcanzan uno o dos millones el Murcia podrá seguir con vida, aunque no superaría el supuesto de disolución en el que se encuentra la sociedad por tener quebrado su equilibrio patrimonial». Lo cierto es que la Ley de Sociedades de Capital obligaba al Consejo de Administración grana a proponer soluciones ante la situación económica del Murcia. La reducción del valor nominal del capital social del club no era una posibilidad porque se encuentra en el mínimo legal después de las últimas bajadas. Solo existía la posibilidad de aprobar una ampliación de capital.
Tanto los accionistas como las peñas ven la ampliación con una mezcla de esperanza y temor ante la necesidad de que se lleve a cabo, pero con dudas de que se recaude la cantidad contemplada. Ante los últimos acontecimientos, el presidente de la Fepemur (Federación de Peñas Murcianistas), Pablo Guzmán, planteó ayer que «se podría estudiar cambiar los estatutos del club para exigir un aval que demuestre la solvencia económica de los interesados en entrar a controlar la entidad. Así evitaríamos episodios como los últimos que hemos vivido».
Guzmán también se desmarcó de los insultos y vejaciones que sufrió Mauricio García de la Vega en la explanada de la Nueva Condomina y recordó que «la Fepemur ni convocó ni se adhirió a ninguna protesta. Nosotros respetamos todas las opiniones, pero no toleramos la violencia».
Por su parte, el empresario mexicano no pudo entrar a la Junta del martes por no aparecer como inscrito en el libro de socios del Real Murcia y trabajará por lograr una medida cautelar que impugne la ampliación antes de que se publique en el BORM.
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