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Santi Jara se mide con un jugador del Linense por el control del balón.

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Santi Jara se mide con un jugador del Linense por el control del balón. Agencia LOF
Fútbol | Segunda División B

El susto acaba como un regalo

El Murcia remonta el gol inicial de la Balona y se lleva tres puntos de oro antes del parón invernal gracias a los goles de Orfila y Molinero

José Otón

La Línea de la Concepción

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Domingo, 17 de diciembre 2017

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El Murcia de los primeros compases de la temporada era un equipo desorganizado, con carencias en el banquillo y que sobrevivía gracias a los zarpazos de Curto y Pedro Martín. Ahora, después del cambio de entrenador y las lesiones de algunos jugadores importantes, el conjunto grana es otra cosa: Salmerón supo conjuntar un grupo de futbolistas que tienen calidad, organizarlos y trazar un plan que está funcionando, a pesar de la falta de pegada de sus delanteros. Ya no está Curto y Pedro Martín se cae una semana sí y otra también, pero este domingo los granas tiraron de Pedro Orfila y Molinero para llevarse tres puntos de oro de la Línea de la Concepción que les permite seguir enganchados a la parte alta de la clasificación y con posibilidades de meterse entre los primeros puestos si se refuerza con criterio en el mercado invernal. Y, sobre todo, si sigue jugando con la misma convicción que este domingo, sobreponiéndose a un gol en contra y demostrando su implicación.

Real Balompédica Linense

Javi Montoya, Gonzalo, Carrión, Dennis (Sana, min. 65), Mario Gómez, Ismael Chico, Juampe (Wilson Cuero, min. 56), Mario Abenza, Stoichkov, José Ramón y Gato (Zamorano, min. 75).

1

-

2

Real Murcia

Biel Ribas, Juanra, Pedro Orfila, Álex Ortiz, Forniés, David Sánchez, Juanma Bravo, Fernando Llorente (Abel Molinero, min. 45), Santi Jara (Jordan, min. 80), Elady y Chamorro (David Mateos, min. 66).

  • Goles: 1-0, min. 30, Stoichkov, de penalti. 1- 1, min. 48, Pedro Orfila. 1-2, min. 54, Abel Molinero.

  • Árbitro: Francisco José Hernández Maeso (Comité Extremeño). Auxiliado por González Narváez y Asencio López. Mostró con doble tarjeta amarilla a Álex Ortiz.

  • Incidencias: Estadio Municipal de la Línea de la Concepción. Jornada 19 del Campeonato Nacional de Liga en el grupo IV de Segunda B. El choque se retrasó siete minutos por la rotura de la red de una de las porterías del estadio gibraltareño, que presentaba un césped en buen estado.

  • El Público: 2.500 espectadores. Más de 100 llegados desde Murcia. Los jugadores del Real Murcia portaron un brazalete negro en memoria de Felipe Mesones, exjugador y exentrenador del Real Murcia. Representó al Murcia el consejero Miguel Martínez.

Y eso que los primeros minutos del partido fueron prometedores para los aficionados del Real Murcia que se desplazaron a La Línea. El equipo grana, mezclando inspiración e intensidad, salió a por los tres puntos. Sin tapujos. Salmerón hizo cambios respecto a la semana pasada, como el de Fran Carnicer, que arrancó el choque desde el banquillo, a pesar de que estaba llamado desde el principio del curso a ser el motor de un Murcia que solo tenía un objetivo: buscar el ascenso a Segunda. Obligado a ganar tras las victorias del Cartagena y el Extremadura, los dos primeros de la tabla, el equipo de Salmerón se comió de inicio a una Balona que dio un pase atrás ante las embestidas de su rival. El Murcia se mostraba musculoso, con un Santi Jara que no dejaba de centrar balones peligrosos al área. Pero Elady y Chamorro no atinaban, como últimamente.

Así, con más llegadas que ocasiones claras de gol, el Murcia fue perdiendo fuelle. Hasta que en una internada, aparentemente sin peligro, de los atacantes de la Balona, entre Forniés y Elady se llevaron por delante a José Ramón dentro del área visitante y el colegiado pitó penalti. El Murcia había hecho más méritos para marcar que su rival, pero el equipo gibraltareño agarraba un excesivo premio por una acción errática de la defensa grana. Stoichkov golpeó con seguridad y, aunque Biel Ribas acertó la trayectoria, no pudo parar su tercer penalti de la temporada. El golpe del gol en contra dejó al Murcia fuera del partido durante unos minutos, perdido, e incluso se pudo llevar el segundo tras unas manos dentro del área de Álex Ortiz que esta vez el colegiado no sancionó con penalti. El Murcia no supo transformar sus acercamientos en ocasiones de gol y se fue al vestuario castigado por su falta de pegada y contundencia atrás. Pero no quería rendirse así, tan fácil.

Un cambio fundamental

En la segunda parte el partido cambió por completo. Tras el pitido inicial de la segunda parte el equipo grana comenzó a morder a su rival. Salmerón metió a Molinero en puesto de Llorente y el equipo grana lo notó positivamente. A los tres minutos, y con el Murcia volcado sobre la meta de Javi Montoya, Santi Jara botó una falta de forma magistral y Pedro Orfila, el mejor hasta entonces, mandó el balón al fondo de la red con un gran derechazo. Pero lo mejor fue que el equipo grana quiso más y no se conformó con el empate. Solo seis minutos más tarde, y después de varios acercamientos, Molinero recibió otra asistencia de Santi Jara, bajó sutilmente el balón y con una vaselina brillante batió a Montoya. Un detalle de calidad de un Molinero que no había mostrado hasta ahora esta temporada y que cambiaba por completo un panorama que solo diez minutos antes era tenebroso.

Tras el 2-1 el Murcia pudo ampliar su ventaja en dos jugadas de Santi Jara y Molinero, pero no acertaron con la portería rival. Pero la Balona tampoco renunciaba al gol y Julio Cobos metió al exgrana Wilson Cuero en el terreno de juego. Con la entrada de David Mateos por Chamorro, Salmerón intentó reordenar a su equipo. Situó, de nuevo, a Elady como delantero centro referencia, con Santi Jara y Molinero por las bandas. El trivote en el centro del campo con David Sánchez, Juanma Bravo y el propio Mateos fue una declaración de principios del entrenador grana, que pretendía conservar el empate ante el ida y vuelta en el que se había convertido la segunda mitad. Cuando el partido parecía controlado, el central Álex Ortiz, que volvía tras cumplir un partido de sanción por su expulsión de hace quince días en Sevilla, hizo una falta muy dura e innecesaria en el centro del campo que le costó la segunda amarilla y que dejó a su equipo con diez. Pero, aún así, el Murcia tiró de casta y agarró tres puntos que le permiten seguir la estela de los de arriba y seguir soñando, de cara a la segunda vuelta, con el ascenso a Segunda.

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