Un Murcia en obras para arrancar el año

Una constante para el Murcia en los últimos mercados invernales. Hace dos años fue Deseado Flores, un empresario hostelero que jugó a ser director deportivo y que llegó al club grana de la mano de Raúl Moro, el que se encargó de remodelar la plantilla de Guillermo Fernández Romo. Tiró de talonario para cambiarle la cara a un equipo que estaba situado en la zona media de la tabla y al que le faltaba dinamita para llegar al 'playoff'. Futbolistas como Curto, Elady, Sergi Guardiola o Josema, le dieron un salto de calidad a un equipo que, sin embargo, cayó en la segunda ronda del 'playoff' ante el Mestalla. La revolución hipotecó, en parte, la viabilidad económica de la plantilla, que pasó a ser mucho más cara que la diseñada por Fernández Romo.

La pasada campaña, sin embargo, fue Pedro Gómez Carmona el encargado de deshacer el desaguisado de Flores. Carmona, que llegó con Mauricio García de la Vega, elevó el nivel de la plantilla grana con las llegadas de futbolistas como Charlie Dean, Carlos Martínez, Molo o Chrisantus, que elevaron al club grana a los primeros puestos. El resultado, sin embargo, fue casi el mismo: el Murcia cayó en la primera ronda del 'playoff' ante el Elche.

Este año el trabajo de Pedro Cordero es distinto al de sus antecesores. El cartagenero tiene la cruda misión de adelgazar una plantilla desfasada y sobredimensionada, con sueldos que ponen en peligro el equilibrio económico al que se tiene que agarrar un club con una deuda millonaria. El fichaje de Cordero ya está dando sus frutos puesto que Alfaro, el segundo jugador más caro del plantel, ya ha puesto rumbo al Hércules, mientras que Héber Pena, otro extremo que no terminó de cuajar, ha fichado por el Melilla. Además de Dani Pérez, que también ha salido de la entidad grana, Cordero tendrá que poner toda su experiencia encima de la mesa para solucionar otros casos como los de Curto, Forniés o Aquino, entre otros, claves para el futuro del club murciano.

En plena revolución y con una convocatoria cargada de jugadores en edad sub-23, el Murcia recibe al Sevilla Atlético tras ganar los tres últimos partidos ante el Almería B, el Malagueño y el Melilla, todos ellos marcando dos o más goles. Eso sí, al frente del ataque grana estaba un Aquino que hoy no jugará y que, con 8 goles, es el máximo goleador del equipo grana. Si vence el Murcia volverá, casi dos años después, a ganar cuatro partidos consecutivos. Un registro que alcanzó por última vez el Murcia de Vicente Mir al final de la campaña 2016-17, tras ganar de forma seguida y en los últimos cuatro partidos de la liga regular a El Ejido, Sanluqueño, La Roda y el Extremadura.

Herrero tendrá que hacer malabarismos para diseñar su once, en el que puede aparecer Miñano desplazado a la banda, para compensar las ausencias de Pena y Alfaro, o bien en la mediapunta. Curto tampoco estará, a priori, mientras que Forniés será duda hasta el final. La baja de Aquino por sanción puede hacer, incluso, que el jienense cambie el esquema 4-4-2 que ha utilizado hasta ahora por un dibujo 4-3-3, con solo un punta. Enfrente tendrá a un conjunto que ganó su último partido como local pero que ha perdido en sus tres últimas salidas a Melilla, Huelva y Villanovense. Un conjunto que solo ha obtenido 7 puntos de 27 lejos de tierras sevillanas pero que tiene varios diamantes en bruto que pueden estropearle la fiesta a un Murcia que tiene un nuevo espíritu.