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El murciano Carrillo lucha por el esférico con un jugador de la Cultural. :: lof
La mano de Aketxe desinfla al Murcia

La mano de Aketxe desinfla al Murcia

Los granas se quedan a cinco puntos del liderato por culpa del árbitro y por su falta de jerarquía y gol

José Otón

Lunes, 22 de diciembre 2014, 08:38

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El colegiado Hernández Maeso y sus jueces de línea fueron unos de los principales culpables de que el Real Murcia perdiera ayer en León, pero no fueron los únicos. Se tragaron un claro gol ilegal de Aketxe, que empujó el balón con el puño en la boca de gol y que los colegiados dieron por válido. Al más puro estilo de Leo Messi frente al Espanyol o de Maradona en el Mundial de México'86 ante la selección de Inglaterra. El gol ilegal de ayer no dará la vuelta al mundo pero deja al Murcia con cara de tonto y sin ningún motín que traerse de León, aunque tampoco mereciera la victoria y el resultado más justo ayer hubiera sido el empate.

El choque, que apuntaba hacia un partido sin ningún vencedor, se vio alterado por la picaresca del delantero vasco, aunque antes de que la Cultural Leonesa se adelantara, el Real Murcia no había mostrado su jerarquía sobre el césped. Había tenido las mismas ocasiones que su rival y ni siquiera demostró el equipo de Aira que necesitaba la victoría sí o sí para no descolgarse de las primeras posiciones y hasta el minuto sesenta pareció conformarse con el empate. Sobre todo porque el equipo grana no demostró mala leche en ningún momento, ni intensidad, y tampoco evidenció sobre el césped que quiere ser un candidato para ocupar la primera plaza. Al Real Murcia le faltó ayer, además de un árbitro más profesional y atento a sus obligaciones, más corazón y garra para maniatar a un rival inferior que se llevó la victoria porque el equipo murciano no hizo los deberes que le correspondían.

Tampoco es un dato casual que el Real Murcia haya perdido sus tres últimos partidos fuera de casa y que en todos ellos haya dejado escapar puntos. En Oviedo se vio superado por un rival superior, en Avilés hace quince días cometió un fallo defensivo en el tramo final del choque y ayer se dejó llevar por un partido del que nunca fue dueño. No dominó el juego y no fue un equipo ansioso y ávido que matara por tener el balón en su poder y dirigir a sus anchas el encuentro. Tuvo miedo a perder y nunca, durante los noventa minutos, se desmelenó y dio un paso hacia adelante más que el rival. Por eso cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde y se condenó a jugar la última media hora de partido a toda velocidad y acuciado por las prisas.

Otra vez sin Acciari

La tripleta de centrocampistas formada por Armando, Arturo y Garmendia se evaporó como la gaseosa con el paso de los minutos y la Cultural Leonesa, un equipo que transita por mitad de la tabla y que ha llegado a perder esta temporada por 3-0 en el campo del colista, se sintió cómodo esperando en el centro del campo. El partido fue un intercambio de golpes continuo. Primero avisó Arturo con un disparo muy lejano y Diego Peláez contestó con un disparo aún más violento dirigido a la base del palo izquierdo de la portería de Fernando. El canterano grana, habilidoso, demostró sus reflejos con una gran estirada y desviando el esférico a saque de esquina.

Con solo quince minutos de juego el equipo leonés ya había demostrado que podía discutirle la posesión al Real Murcia y que podía hacer que su rival no se encontrase especialmente cómodo sobre el césped. El equipo grana disparó después al larguero pero lo hizo sin contundencia, tras un centro con mucha altura de José Martínez que Pumar dirigió a la meta local. Villarejo y Arturo, uno por cada bando, se probaron desde lejos pero no intimidaron en ninguno de los casos a los porteros. Hasta que Jairo, que ha desbancado de la titularidad a Rubén Sánchez, regateó a varios defensas rivales en la banda y centró de forma tan envenenada que el balón se estrelló con la madera, aunque sin potencia.

Pese a los acercamientos, el juego ofensivo del Real Murcia causó cortocircuitos. Javi Flores no encontraba a ninguno de sus compañeros, ni Garmendia tampoco. El vasco era una sombra sobre el césped y apenas apareció en el terreno de juego. Hasta que la Cultural fue de forma más decidida a por la victoria. Borja remató sobre la meta murciana y David Prieto, con Fernando ya batido,tuvo que sacar de debajo de los palos. El equipo grana, que hasta hace un mes era un conjunto casi inexpugnable atrás, mostraba carencias, parecía resquebrajado. Aira, que había sacrificado a Acciari en las últimas semanas en busca de más profundidad y juego ofensivo, echaba de menos al argentino sobre el campo. El Murcia necesitaba algo nuevo en la segunda parte, algo que hiciera despertar sus argumentos futbolísticos.

En la segunda mitad el partido pareció el mismo. A la ocasión clara de Aketxe, que hizo intervenir prodigiosamente a Fernando, le sucedió la mejor oportunidad grana en todo el partido: un remate de cabeza de Carrillo que tras superar al portero local, se fue rozando el palo. La jugada había sido perfecta y solo faltó afinar más la puntería. Incluso Javi Flores pareció despertar y a punto estuvo de quedarse mano a mano con Leandro. Hasta que llegó el increíble gol con la mano de Aketxe y un partido nuevo.

Un equipo atrofiado

El Real Murcia, con solo ventinueve minutos por delante, se atascó. No supo ir a por el encuentro y atacó sin ningún orden. Aira, que había metido a Albiol antes del gol, también metió a Acciari. Incluso a Gerard Oliva, que estuvo perdido sobre el campo. Es más, si hay alguien que pudo marcar fue la Cultural Leonesa, que rozó el 2-0 en un disparo que se fue alto de Aketxe. El equipo grana se ahogó y el leonés entendió a la perfeccción su nuevo rol. Si con el empate a cero no le importó que corriera el reloj, con el 0-1 se dedicó a perder tiempo y a hacer que el partido muriera sin que el Murcia, un rival que no visitaba León desde la década de los setenta, le pusiera contra las cuerdas.

Aira ya no le dará mas vacaciones de las pactadas con anterioridad a sus jugadores y deberá concienciar a su equipo para que gane el próximo sábado ante un Guijuelo que llega a Murcia como un ciclón tras haber adelantado a los granas. Además, el Oviedo se ha escapado a cinco puntos de diferencia y un nuevo pinchazo de los granas ante los salmantinos puede dejar el liderato demasiado lejos, aunque los de Aira seguirían en puestos de 'playoff' en una Navidad que puede resultar amarga.

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