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Saúl Berjón y Kike celebran un gol en el último Hércules-Real Murcia en el Rico Pérez.
Los recuerdos de 81 batallas

Los recuerdos de 81 batallas

Richi no olvida el 2-6 que vivió en 2012; Aguilar, sus dos goles en Alicante, en 2000, y Vidaña, el 0-2 que mató al Murcia de Eusebio Ríos

José Otón

Miércoles, 20 de mayo 2015, 00:06

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murcia. El partido entre el Real Murcia y el Hércules no es un derbi propiamente dicho, en el sentido literal del término, pero es un choque entre dos equipos con una rivalidad por encima de lo normal. El hecho de tratarse de las ciudades más representativas de dos provincias limítrofes, con dos capitales potentes en lo económico y en lo social (Murcia contaba con 441.354 habitantes censados en 2012, Alicante con 334.678) hace que los partidos entre herculanos y murcianos tengan un punto extra de picante. Desde los buenos modales y unas relaciones más que correctas, ambas entidades son enemigas acérrimos y han lidiado en mil batallas.

De hecho, en la centenaria historia del Real Murcia, el Hércules es el equipo al que más veces se ha encontrado en su caminar por Primera, Segunda y Segunda B. Nada más que en la Liga, y desde el año 1931 en el que se enfrentaron por primera vez en un Campeonato Regional, se han visto en 72 ocasiones. Entre todas las competiciones, el Murcia visitó 53 veces Alicante y consiguió 11 victorias y 8 empates, mientras que perdió en 34 ocasiones.

Esta rivalidad histórica ha dejado anécdotas y choques para el recuerdo, partidos en los que los tres puntos fueron vitales para ascender a Primera, bajar a Segunda, evitar la Segunda B o ascender desde la tercera categoría del fútbol español a Segunda, tanto para los murcianos como para los alicantinos. En la retina de muchos aficionados aún sigue vivo el choque de la pasada campaña en el Rico Pérez en el que el Real Murcia ganó 2-3 con goles de Saúl, Molinero y Kike, ante más de 2.000 aficionados desplazados desde Murcia y que comenzaron a soñar firmemente con el ascenso.

El 'Velázquez quédate'

Aquella tarde en la que la afición grana cantó 'Velázquez quédate', no se pareció en nada a la del 2 de junio de 2013, cuando los granas también ganaron 0-2 en el Rico Pérez pero descendieron deportivamente a Segunda B. Aquel choque dejó la imagen de Sutil, riéndose tras acabar el partido en el centro del campo, sin tener en cuenta el dolor de los murcianistas allí presentes.

Uno de los futbolistas que más experiencias ha acumulado en este tipo de partidos es Richi, un jugador que militó ocho campañas en el Real Murcia: «He jugado muchos y he acumulado experiencias buenas y tan bien negativas. Tengo muy buen recuerdo del choque de la primera vuelta de la temporada 2011-2012. Acabábamos de ascender desde Segunda B y fuimos al Rico Pérez con posibilidad de meternos en el 'playoff'. Al final lo conseguimos con un gol de Jorge». El excentrocampista del Real Murcia también se acuerda de un partido en el Rico Pérez en 2006 que acabó con 0-1 para los granas: «Recuerdo un golazo de Pedro León desde muy lejos. Acabó con el ascenso de Alcaraz. En la segunda vuelta les metimos 3-1 y nos colocamos en puestos de ascenso».

Como experiencia desagradable el madrileño destaca por encima de las demás el 2-6 que el equipo grana encajó en la Nueva Condomina también en la temporada 2011-2012. Fue la goleada liguera encajada más abultada de su historia. El equipo grana, como local, solo había encajado antes seis goles en contra en casa en la temporada 1929-1930, en Segunda División, y ante un Valencia que venció 4-6. En la temporada 1950-1951, el Athletic de Bilbao de Zarra y Gaínza ganó por 3-6 en tierras murcianas. Iñaki Alonso, técnico que solo meses antes había hecho la gesta de ascender al Murcia tras solo un año en Segunda B, quedó marcado para el futuro por el 2-6 y meses más tarde fue destituido: «Solo podemos pedir perdón a la afición. Defensivamente hemos estado muy mal, hemos sido muy débiles», dijo el de Durango aquel día.

Pepe Aguilar, jugador que ha pasado a la historia del club por su gol en Granada que supuso el retorno a Segunda en el año 2000, también guarda un buen recuerdo de un Hércules-Real Murcia. Data precisamente del 2 de abril de aquel año. El equipo grana, tras un mal inicio de campeonato con Gonzalo Hurtado, resucitó en la segunda parte de la competición con Crispi. Remontó desde mitad de la tabla para meterse en el 'playoff' de ascenso que finalmente superó para volver al fútbol profesional: «Recuerdo perfectamente aquel partido, le dimos al Hércules un meneo importante. Ellos también estaban luchando para meterse en las eliminatorias por el ascenso, estábamos a la par y nosotros necesitábamos ganar. Marqué dos goles, uno de penalti y otro en el segundo palo tras una jugada por la banda de Julio Algar», afirma el cántabro, que llevó a la victoria a los granas por un contundente 0-3.

Pepe Vidaña también guarda entre sus recuerdos varias anécdotas de partidos frente al Hércules. Sobre todo se le viene a la mente uno, una derrota en La Condomina por 0-2 que mandó al Real Murcia a Segunda: «El entrenador era Eusebio Ríos. Nosotros nos jugábamos la vida y una semana antes nos habíamos enfrentado al Barcelona y habíamos reservado a jugadores importantes como Ramírez, que estaba tocado. El Hércules nos mató y nos mandó a Segunda con un 0-2 letal», asegura el almeriense afincado en Murcia que militó 15 temporadas como grana y que se convirtió en una institución para los murcianos.

Eliminatoria igualada

El mítico central grana ve igualdad en este Hércules-Real Murcia de 'playoff': «No me gusta el Hércules como rival. Su afición aprieta, eso va a provocar que se crezcan. Va a ser complicado, al Murcia le ha costado este año jugar en casa y en campos grandes. Tiene problemas para mandar», asegura Vidaña. Richi atisba una gran eliminatoria: «El Real Murcia y el Hércules se juegan sobrevivir. Será un partido de mucha tensión, el Hércules es un club similar al Real Murcia y también le pesa su escudo. La eliminatoria está muy igualada, en lo bueno y en lo malo».

Pepe Aguilar echa de menos el sabor de encuentros así, partidos que alcanzan una nueva dimensión respecto a los de Liga: «Será un choque de máxima intensidad, de los que a los jugadores les gusta jugar. Es un partido para futbolistas grandes. Los que también tienen que jugar el partido son los aficionados del Murcia. Hemos visto cómo el Cádiz y el Oviedo han metido en sus campos más de 25.000 aficionados esta temporada. Son aficiones que mueren por su equipo. El Murcia también lo necesita, el futbolista nota y siente el calor de su gente en la grada. La afición del Murcia tiene que demostrar que quiere a su club», afirma.

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