La Verdad
Real Murcia

Perea dice que hará un «último esfuerzo» por hacerse con el Real Murcia

Antonio Perea, ayer, en el Balneario de Archena.
Antonio Perea, ayer, en el Balneario de Archena. / F. MANZANERA / AGM
  • El intermediario de Archena asegura que «los empresarios de Singapur solo vendrán si antes compro el club»

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Antonio Perea, un intermediario murciano propietario de la empresa Pereabros Investments, sigue empeñado en comprar el Real Murcia. El archenero insiste en que quiere y puede hacerlo, que cuenta con el apoyo de un grupo asiático detrás que lo avala y que prepara una última oferta para convencer a Samper. Aunque el madrileño dio las conversaciones por rotas al final de la pasada semana, Perea piensa lo contrario. La negociación estuvo cargada de tiras y aflojas y reconocida por ambas partes y arrancó el pasado 17 de julio, cuando el archenero puso encima de la mesa del madrileño una oferta de tres millones de euros por sus acciones.

La proposición contemplaba que Perea asumiría también la deuda del club grana, descontando la parte que el Real Murcia adeuda a las empresas del propio Samper, acreedoras por una cantidad cercana a los 15 millones de euros, según fuentes cercanas al archenero. En resumen, Perea y un consorcio de inversores de Singapur que traería una vez que se formalizase la venta del club, asumirían los otros 36 millones que restan, hasta llegar a los 51 que la entidad centenaria tiene reflejados como suma de sus deudas. Pero Samper no se termina de creer a Perea y le está apretando las tuercas.

De viaje en Ghana

Desde mediados del pasado mes de julio ambas partes están negociando la compraventa del club, aunque las perspectivas de éxito, tras aparecer al final de la pasada semana varias diferencias relativas a la forma de pago de los 3 millones que pide Samper y las dudas que genera el hipotético comprador en el vendedor, han dejado el proceso en punto muerto. Perea, no obstante, afirma que hará una última oferta esta semana y que no se presentó a las últimas citas propuestas con Samper por estar de viaje en Ghana.

«Te puedo garantizar que voy a intentar hasta el último momento comprar el Murcia. Aunque mi amigo Jesús Samper intente desprestigiarme, yo sé que quiere que los intereses del Murcia estén por encima de todo. Voy a hacer un último esfuerzo para comprarlo», asume Perea, que ha decidido dejarse ver para demostrar que su proyecto es real. El intermediario murciano confía en que Samper cambie de actitud: «Samper ha puesto su grano de arena para facilitar algunas cosas. Confío plenamente en que podamos llegar a un acuerdo por el interés del Real Murcia. Aquí hay un tema clave: a mí me mueven los sentimientos, yo soy murcianista».

Samper sabe quién está detrás de Perea para comprar el Real Murcia, según Perea, aunque el madrileño pelea para asegurarse de que los que vengan tengan pulmón para asumir la deuda existente y que una hipotética liquidación del club no afecte al patrimonio del madrileño: «Yo, cuando hablo con él, hablo en plural. Sabe desde el inicio que hay un consorcio de inversores de Singapur y hasta le envié los perfiles profesionales de estas personas que están conmigo en esto», afirma el murciano. Las negociaciones avanzaron tanto que Samper mandó a Perea un contrato de compraventa del club a través de un correo electrónico. Éste lo firmó como paso previo a verse las caras en una notaría de Madrid.

«Cuando alguien como yo firma un contrato con las condiciones que él me impone, demuestro que voy en serio. Si no pudiera hacer frente a 36 millones de euros, no lo haría. Yo estoy apoyado por este grupo y por eso puedo hacerlo. Samper es el que debe decir, en todo caso, por qué yo no tengo, supuestamente, la capacidad necesaria. Los empresarios de Singapur están detrás. Ellos no van a entrar en el club si yo no lo compro. Ellos me dicen: 'Vaya usted, compre el club y cuando lo tenga, firmaremos con usted y lo apoyaremos'», asegura Perea, quien culpa a Samper del parón de la venta.

Perea asegura que Samper le ha pedido por adelantado, a fondo perdido, 600.000 euros de los 3 millones del precio final de las acciones: «Es una situación muy delicada, no es fácil hacerse cargo de una situación así. Al grupo de Singapur no le interesaba el Real Murcia. Es una pelea que me ha costado años. El grupo de Singapur es un consorcio financiero que pretende hacerse con varios clubes en Europa. Yo entro en ese consorcio porque yo compro un club en Singapur y ellos, a cambio, entran en el Real Murcia. Ese era el trato. Fueron mis condiciones. Me ha costado, no ha sido fácil convencerlos. El Real Murcia es interesante, no es un club de una ciudad, es un club de toda una Región».

Espera en la notaría

Samper confirmó todas las negociaciones de la venta del club citando a Perea en la notaría para elevar a escritura pública su acuerdo. Pero Perea justifica su no asistencia a la notaría de Las Rozas elegida por Samper a la exigencia de última hora del madrileño, además de por problemas de agenda: «Samper nos envía un 'mail' el día 8 de septiembre para citarnos el día 11, cuando la cita estaba pactada para el 16. Yo avisé a mi abogado de que, al estar fuera de España, no podría acudir y este se lo comunicó a Samper con antelación. Él sabía tres días antes de la cita que yo no estaría; además, hubo un cambio en las condiciones que nosotros no aceptamos».

El madrileño, a través de medios afines, acusó a Perea de faltar a una segunda cita, esta vez en las oficinas de Santa Mónica en Las Rozas: «Me citó vía WhatsApp para el día 24, a las 12 del mediodía, y yo le comuniqué que haría lo posible por ir, pero también que tenía muchos compromisos profesionales y no era segura mi presencia. Finalmente le comuniqué que no asistiría y me contestó diciendo que yo no tenía capacidad para comprar el club».

No ha sido el primer intento de Perea por comprar el Murcia. Hace dos años, cuando el Murcia de Velázquez se jugaba subir a Primera, ya lo intentó. Se reunió con Samper en Las Rozas, pero el dueño del club no se fió del pretendiente, que afirmaba tener tras de sí a importantes empresarios árabes. Samper, en círculos privados, lo llamó 'el taxista del jeque' y ni siquiera inició las negociaciones con el archenero.

Pero Perea lo volvió a intentar el pasado verano, esta vez con empresarios de Singapur detrás que han despertado en Samper un interés real. Perea dice que va en serio y que no quiere entrar en polémicas con Samper, aunque éste intentara desprestigiarlo. «No me importa, no soy un guerrillero, solo pienso en comprar el Real Murcia y salvarlo de la desaparición», asegura.