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Era una idea que el Consejo de Administración del Real Murcia manejaba desde la reunión del jueves 18 de julio, aunque no se hizo efectiva hasta la mañana de ayer. De mutuo acuerdo y sin una palabra más alta que la otra, José Manuel Almela cede el bastón de mando del club a Francisco Tornel, el máximo accionista. Aunque el expresidente grana quería aguantar hasta la próxima Junta de Accionistas y que el cambio fuera «más natural», la necesidad de conseguir más apoyos económicos de cara a afrontar los pagos concursales del próximo 31 de diciembre llevó al propio Tornel y a todo el Consejo a pedir a Almela que diera un paso al lado. Sobre todo por tratarse Tornel del máximo accionista y del mayor reclamo para conseguir apoyos. «Estoy muy ilusionado, aunque la dificultad es máxima. Mi objetivo es sacar adelante la financiación necesaria para pagar a los acreedores y que el Real Murcia no vaya a la liquidación. Necesitamos la ayuda de los empresarios murcianos, por eso mis primeros pasos irán encaminados a reunirme con la Croem y la Cámara de Comercio», asegura el notario nacido en el barrio de Vistabella, que fue elegido por unanimidad del órgano de gobierno del club grana.
Almela, que seguirá siendo consejero, se ha tomado el cambio con deportividad. Sobre sus nueve meses de mandato, dice que «creo que ha sido un periodo muy intenso en el que hemos superado muchos obstáculos. Considero que en este tiempo hemos puesto las bases para que el club sea viable en un futuro. Siempre he intentado ser una figura de consenso que ha querido unir al murcianismo para sacar esto adelante y creo que no hay muchas cosas que se me puedan achacar. Yo entré para representar el espíritu de la Plataforma de Apoyo al club, aunque también entiendo que la llegada de Tornel se hace para buscar un giro económico». El médico murciano afirma que no era su intención agarrarse al cargo: «Siempre he manifestado que cuando Tornel quisiera sería presidente. No me he opuesto al cambio, todavía tenemos muchos retos que cumplir».
13% es el porcentaje de acciones que ostenta tras la última ampliación.
Su carrera. Estudió Derecho en la Universidad de Murcia y aprobó la plaza de notario con 26 años.
Pasado grana. Estuvo en los equipos infantil, cadete y juvenil, y fue entrenador de las bases.
Aportación. Más de 300.000 euros entre préstamos al club y la última ampliación (200.000).
Su Consejo. Francisco Cobacho, Francisco Miró, José María Almela, Enrique Baeza, Álvaro Ruiz, Daniel Moreno y Chema Cano.
Francisco Tornel no es un accionista cualquiera, ya que ostenta más del 13% del capital social tras la última ampliación, que estaba abocada al fracaso hasta su llegada. Solo había 3.000 euros en la cuenta abierta por los Gálvez en un banco de Rojales (Orihuela), pero el nuevo presidente grana no se amilanó. Su ingreso sirvió de efecto llamada e hizo despertar al murcianismo, que, lideradospor la Plataforma de Apoyo al club grana (Parmu), consiguió apoyos en todos los rincones del mundo y recaudó más de un millón de euros.
Pero Tornel no quería ser presidente y el 5 de noviembre de 2018 acabó siendo elegido José María Almela. El pago de aquellos 200.000 euros no ha sido su único servicio al club. En 2016 prestó a la entidad grana 30.000 euros para convencer al agente Paco Casal de que aceptara el reconvenio de su deuda concursal y en junio de 2018 se dejó engañar por Víctor Gálvez, que le pidió 84.000 euros para poder pagar, sobre la bocina, las deudas en la AFE y evitar el descenso del Murcia a Tercera. Tornel sabía que el empresario oriolano no le iba a devolver el dinero prestado como le aseguró, pero también sabía que el futuro del club estaba en juego. Ahora se ha visto obligado a dar un paso para el que asegura «estar preparado», una etapa más en su plan para salvar al club grana del abismo.
Francisco Tornel (Murcia, 7 de abril de 1961) heredó su pasión por el fútbol de su padre, Antonio Tornel Lácarcel, de profesión agente judicial. El nuevo presidente del Murcia militó en la cantera grana en las categoría infantil, cadete y juvenil, ocupando la posición de líbero, a lo Pepe Vidaña. Pero colgó las botas y siguió vinculado a la entidad como entrenador de las bases. Además de sus pinitos como jugador y de ser el máximo accionista y consejero, ahora puede añadir el cargo de presidente a una lista de servicios a un club que es su pasión y también la de sus hijos, Curro y Berta. Por otro lado, Tornel, que estudió Derecho en la Universidad de Murcia, es el notario español que, con 26 años, más joven ha obtenido su plaza.
Ahora su reto es llevar al Murcia al próximo 31 de diciembre, cuando se cumple el plazo del reconvenio concursal, con las máximas garantías posibles de que seguirá adelante, aunque antes deberá convencer a toda la sociedad murciana y al tejido empresarial de la Región de que su sueño de salvar a la entidad centenaria, aquel que explicó a Samper y que el empresario madrileño desoyó, es más real que nunca.
Tras el Consejo de Administración celebrado, Almela seguirá como consejero, mientras que Daniel Moreno, que formaba parte del Comité de Dirección, ocupará un sillón en la directiva grana. Lo hará sustituyendo a Francisco Moreno, su hermano, que, tras ser elegido como consejero en la Junta del pasado mes de febrero, renunció a su puesto solo un mes más tarde de su llegada.
Daniel Moreno es una figura clave (junto a Emilio García y Paco Miró) en el club y en la negociación con los acreedores concursales, a los que el Murcia debe atender antes del 31 de diciembre de 2019. En la actualidad, Daniel Moreno también es el encargado de negociar algunos de los acuerdos publicitarios más importantes de los últimos meses, que están permitiendo al Real Murcia hacer frente a sus obligaciones. Con la llegada de Daniel Moreno, el Consejo estará formado por ocho miembros, además del abogado Antonio Ruiz, que es el secretario.
Francisco Tornel es el sexto presidente grana desde el fallecimiento de Jesús Samper, en diciembre de 2015. Tras él llegó a un club en situación agónica Guillermo Martínez Abarca, que logró firmar un nuevo reconvenio de acreedores y mantener al Murcia con vida. En la ampliación que puso en marcha no consiguió el apoyo masivo de los empresarios murcianos y tuvo que dejar su puesto a Raúl Moro, que se hizo con el control del club aportando solo 400.000 euros. Al extremeño lo sustituyó de forma interina Miguel Martínez, presidente de las peñas, que dio la alternativa al oriolano Víctor Gálvez, que casi hace desaparecer el club. El pasado 5 de noviembre, un grupo de murcianistas formó la Parmu (Plataforma de Apoyo al Murcia) y consiguió que Gálvez se fuera. Almela tomó las riendas y nueve meses después llega Francisco Tornel.
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